miércoles, 24 de julio de 2013

Cuatro nobles verdades y el óctuple sendero

La categoría de la sabiduría del Noble Sendero está constituida por aquellos elementos que se refieren a aspectos mentales o cognitivos de la práctica del budista. Se dice que cuando alguien empezó a caminar en este noble sendero y además ha destruido las tres primeras cadenas abre el ojo del dharma, siendo ahora un sotāpanna. En general, es la búsqueda de conocimiento trascendental, para así no perderse en los caminos de la ignorancia y creencia en mentiras.

Visión o comprensión correcta

Este elemento, a veces traducido como ‘perspectiva’, se refiere al entendimiento y comprensión de las Cuatro Nobles Verdades del budismo. El Buda Śākyamuni explica esta faceta:

  • entender el sufrimiento (El sufrimiento existe)
  • entender su origen (El deseo es el origen del sufrimiento)
  • entender su extinción (El cese del deseo erradica el sufrimiento)
  • entender el camino que lleva a su extinción

Pensamiento o determinación correcta

Esta faceta, a veces traducida como ‘intención’, ‘motivación’, ‘aspiración’ o ‘nuestra voluntad para cambiar’ es explicada en el Magga Vibhanga Sutta. Correcto pensamiento es

  • intención de nekkhamma renuncia del camino mundano para así poder alcanzar el nirvana, dejar ir; porque nada es constante
  • intención de buena fe o voluntad
  • intención de ajimsá: no-violencia hacia otros organismos
El pensamiento correcto se refiere a las emociones, y consiste en canalizar correctamente el pensamiento para conseguir una serena libertad respecto de la sensualidad, que se aparte de la mala voluntad y de la crueldad, y que se dirija hacia la bondad y la compasión.

Conducta ética (shila)

Esta faceta del Noble Camino es el entender que cada vez que hablamos o actuamos agregamos una carga kármica como consecuencia. La ética es considerada la base o fundación sobre la que los pensamientos y prácticas insanas terminan y los estados meditativos superiores empiezan.
Este aspecto del Noble Camino Óctuple es el más extrovertido, porque trata directamente con la relación entre budistas y demás miembros de su sociedad. Además este subgrupo del Noble Camino Óctuple constituye los Cinco Preceptos.

  • Abstenerse de destruir la vida.
  • Abstenerse de tomar lo que no nos es dado.
  • Abstenerse de conductas sexuales inapropiadas o dañinas.
  • Abstenerse de no decir lo que es propio.
  • Abstenerse de mantener visiones equivocadas de la realidad.
El Buda Gautama dice que la ética es virtud (sin aferrarse a la virtud) que da libertad de remordimiento, la cual lleva a la alegría, serenidad y otras características de la naturaleza boddhi.

Hablar correcto


  • abstenerse de mentir
  • Abandonando la mentira, se abstiene de mentir. Habla la verdad, se mantiene con la verdad, es firme, fiable, no alguien que engaña a los demás...
  • abstenerse del hablar calumnioso, difamador
  • Abandonando el hablar calumnioso, difamador se abstiene del hablar calumnioso, difamador. Lo que ha oído aquí no dice allá para separar esa gente de la gente de aquí. Lo que ha oído allá no dice aquí para separar esa gente de la gente de allá. Así, reconciliando a quienes se hubieran separado o fortaleciendo quienes están en unión, ama la concordia, le place la concordia, disfruta la concordia, habla creando concordia...
  • abstenerse del hablar irrespetuoso
  • Abandonando el hablar irrespetuoso, se abstiene de hablar irrespetuoso. Habla palabras que son tranquilizadoras para el oído, que son afectivas, que van al corazón, que son educadas, atractivas y placenteras para la gente en general...
  • abstenerse del hablar frívolo
  • Abandonando el hablar frívolo, se abstiene de hablar frívolo. Habla lo que conviene, habla lo que es un hecho, lo que está de acuerdo con la meta, el Dharma y la Vinaya. Habla palabras que valen atesorar, convenientes, razonables, circunscritas, conectadas a la meta.
Con respecto a decir la verdad sobre conocimiento mundano, se le atribuye a Gautama lo siguiente:

«Está el caso en que cierta persona, abandonando la mentira, se abstiene de la mentira. Cuando alguien ha sido llamado [...], si se le pregunta como testigo: “Venga y diga, buena persona, lo que usted sabe”: Si no sabe, dice, “No sé”. Si sabe, dice, “Sí sé”. Si no vio, dice, “No vi”. Si vio, dice, “Sí vi”. Entonces nunca dice conscientemente una mentira por su propio bien, ni por el bien de otra persona, ni por alguna recompensa. Abandonando el falso hablar, se abstiene del falso hablar»
Con respecto a decir la verdad sobre conocimiento espiritual, se le atribuye a Gautama las siguientes prevenciones:

«Si una persona tiene convicción, declara: “Esta es mi convicción”, salvaguarda la verdad. Pero no llega a la conclusión definitiva “sólo esto es verdad; todo lo demás no tiene valor”».

«Si a una persona le gusta algo [...] sostiene una tradición irrompible [...] tiene algo razonado a través de la analogía [...] tiene algo en lo que está de acuerdo, habiendo analizado distintos puntos de vista, declara: “Esto es algo en lo que estoy de acuerdo, habiendo analizado distintos puntos de vista”. Así salvaguarda la verdad. Pero no llega a la conclusión definitiva “sólo esto es verdad; todo lo demás no tiene valor”».

Actuar correcto

"Actuar correcto" o "conducta correcta" trata con la manera apropiada en que budistas deberían actuar en su vida diaria. Este aspecto del Noble Camino es explicado así:

  • abstenerse de tomar la vida
  • Está el caso de cierta persona que, abandonando la toma de la vida, se abstiene de tomar la vida. Medita con su caña de pescar en descanso, su cuchillo en descanso, escrupuloso, misericordioso, compasivo por el bienestar de todos los seres vivos.
  • abstenerse de tomar lo que no es dado, de robar
  • Absteniéndose de tomar lo que no es dado, se abstiene de tomar lo que no es dado. No toma, como un ladrón, cosas en una aldea o en la naturaleza, que pertenezcan a otros y no se las han dado.
  • abstenerse de conductas sensuales inapropiadas, dañinas
  • Absteniéndose de conductas sensuales inapropiadas, dañinas, se abstiene de conductas sensuales inapropiadas, dañinas.

Medio de vida correcto

El "sustento" o "modo de subsistencia correcto" está basado en el concepto de ajimsá, o inofensividad, y esencialmente declara que un budista no debería optar por oficios o profesiones en los que, directa o indirectamente, dañe otros seres vivos o sistemas. Estas ocupaciones incluyen "comerciar armas letales, bebidas intoxicantes, venenos, matar animales", entre otros. "Comerciar con humanos" —tales como comercio de esclavos y prostitución— es también incorrecto, así como también otras formas deshonestas de ganar riqueza, tales como "corrupción, estafas, engaños, robos, intrigando, persuadiendo, insinuando, subvalorando, [y] persiguiendo ganancias con ganancias". En resumen Medio de vida Correcto consta de:

  • renunciar a un vivir incorrecto
  • ganarse la vida de una manera correcta

Samadhi; Entrenamiento de la mente

Esta agrupación de los tres últimos eslabones del sendero (samādhi) es la que recibe una mayor variedad de traducciones por parte de distintos autores, que pueden referirse a él también como ‘meditación’, ‘concentración’, ‘disciplina mental’, ‘cultivo de la mente y corazón’ o ‘estar presente’. Esta sección está constituida por los elementos que tratan sobre como el practicante budista puede ir transformando la actividad de su mente, sus emociones, y la forma de ver la realidad.

Esfuerzo correcto

Este apartado (en sánscrito: vyāyāma) forma parte de samādhi por lo que se entiende que el esfuerzo es mental. Vyāyāma involucra el esfuerzo contínuo, la práctica consciente para, esencialmente, mantener la mente libre de pensamientos que podrían perjudicar la habilidad para realizar o poner en práctica los otros elementos del Noble Camino. Por ejemplo, desearle el mal a otro organismo contradice el precepto —contenido en el pensamiento correcto— de desear lo mejor para los demás (inclusive que todos alcancen el nirvana). Este elemento se refiere al proceso de intentar desarraigar tales pensamientos malsanos y reemplazarlos.
El esfuerzo (a veces también llamado diligencia o energía) correcto, para un budista es considerado involucrarse en un esfuerzo que es sano en términos del karma; esto significa, en términos de las consecuencias que tengan esos esfuerzos. Para lograr un correcto esfuerzo es necesario (vīria) o energía espiritual.

  • esforzarse en prevenir lo insano que no ha surgido todavía.
  • genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad de que el mal no surja; antes de que estas cualidades insanas surjan.
  • esforzarse en destruir lo insano que ha venido.
  • genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad de que el mal sea abandonado; cuando estas cualidades insanas ya han surgido.
  • esforzarse en producir lo sano que no ha surgido todavía.
  • genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad de que el bien surja; antes de que estas cualidades sanas surjan.
  • esforzarse en cultivar lo sano que ha venido.
  • genera deseo, esfuerzos, persistencia, defiende y ejerce su intencionalidad para el mantenimiento, no-confusión, incremento, plenitud, desarrollo y culminación del bien; cuando estas cualidades sanas ya han surgido.

El noble camino y la psicología cognitiva

El noble camino, en especial los tres últimos aspectos (samādhi), se relaciona con la psicología cognitiva porque prescribe una disciplina mental. El aspecto de esfuerzo (vyāyāma) correcto, en psicología cognitiva, se llama o está relacionado con la intencionalidad.

El budismo siempre se ha interesado en los sentimientos, emociones, sensaciones y cognición. El Buda señala tanto a las causas cognitivas como emocionales del sufrimiento. La causa emocional es el deseo y su opuesto negativo, la aversión. La causa cognitiva es la ignorancia de la manera en que las cosas realmente ocurren, o de las Tres Marcas de la Existencia: que todas las cosas son insatisfactorias, impermanentes y sin un ser esencial.
El Noble Óctuple Sendero es, desde un punto de vista psicológico, un intento para cambiar patrones de pensamiento y comportamiento. Es por esta razón que el primer elemento del camino es Entendimiento Correcto (sammā-diṭṭhi), que es como la mente de uno mismo ve el mundo. En el segundo elemento de la categoría de sabiduría (paññā) del Noble Camino, esta visión del mundo es conectada íntimamente con el segundo elemento, Pensamiento Correcto (sammā-sakappa), que concierne a los patrones de pensamiento e intencionalidad que controlan nuestras propias acciones. Estos elementos se pueden leer en los versos iniciales de la Dhammapada:

Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento

y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento impuro,

entonces el sufrimiento le sigue de la misma manera que la rueda sigue la

pezuña del buey...

Todos los estados encuentran su origen en la mente. La mente es su fundamento

y son creaciones de la mente. Si uno habla o actúa con un pensamiento puro,

entonces la felicidad le sigue como una sombra que jamás le abandona.
Entonces, alterando la distorsionada visión del mundo de uno, con una "percepción tranquila" en vez de una "percepción contaminada", uno es capaz de mitigar el sufrimiento. Hay investigaciones que han demostrado que acciones, aprendizaje y memorias repetidas pueden en efecto cambiar el sistema nervioso físicamente, alterando tanto la fuerza y conexiones sinápticas. Tales cambios pueden realizarse cultivando cambio en emoción y acción; que hicieron subsecuentes cambios de experiencias.


jueves, 4 de julio de 2013

Impresoras 3D

¿Qué se puede hacer con una impresora que admite moldeado en tres dimensiones y un poco de imaginación? Según los logros actuales, desde reproducir a escala los objetos más triviales hasta desarrollar células madre y construir edificios.

Todo el mundo se está rindiendo al mundo de magia, moldeado y precisión de las impresoras en tres dimensiones. Incluso la beta de Windows 8.1, el nuevo sistema operativo de Microsoft para los ordenadores más clásicos y las tabletas más vanguardistas que ha sido presentado esta misma semana con motivo de la celebración del BUILD 2013, añade driver e interfaz de programación de aplicaciones para este tipo de impresión. Una apuesta inteligente por parte de la compañía de Redmond que permitirá a los desarrolladores de terceros impregnar con esta tecnología de forma nativa sus aplicaciones, que incorporarán un simple botón de imprimir y que podrían dar el espaldarazo definitivo a su implantación a nivel de usuario, esto es, si las ventas del software remontan respecto a los números de la actualización del último año.

impresionY es que, hasta ahora, el gran lastre de la impresión 3D está siendo su elevado precio, que condena su uso a las cuatro paredes de los laboratorios o a empresas con cierta capacidad de inversión. Por otra parte está el tema de su sofisticación no apta para cualquier persona, a la que está intentando poner freno proyectos como Form 1 que por un precio de partida de 2.299 dólares promete los mismos niveles de calidad que los que exigiría un diseñador profesional. Amazon también se acaba de apuntar a la moda de intentar estandarizar esta tecnología con el lanzamiento de su propia sección para la venta de impresoras 3D y accesorios asociados, con tarifas que bajan incluso hasta los 1.099 dólares. Y consultoras como Gartner predicen que el aumento de la demanda para estos gadgets irá, de forma paralela, agudizando el ingenio y reduciendo los costes de fabricación, como ya lo hizo el comercio electrónico al rebajar los obstáculos de la venta de bienes y servicios.

¿Ciencia real o ciencia ficción?

Por supuesto, poder recurrir a la creación de objetos sólidos capa a capa tiene sus ventajas, que son muchas: la perfección milimétrica, el cuidado del detalle, la reducción de desperdicios, la capacidad de producir elementos finísimos o complejos, la versatilidad, la duración de los materiales y su variedad, la fabricación rápida de prototipos, la producción bajo demanda, la personalización de los encargos, el incentivo a la investigación… Campos tan diversos como la joyería, la automoción, el sector aeroespacial o el de la moda ya se están aprovechando de las posibilidades de la impresión 3D y hay algunos proyectos que están sorprendiendo a compañeros y público en general por su originalidad y aires de ciencia ficción. ¿Por ejemplo? La impresión de células madre embrionarias.
Y es que un grupo de investigadores de microingeniería biomédica de la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo ha sido capaz de obtener células madre del tamaño de una gota de agua con la ayuda de una máquina especial que las trata con tanto mimo que las mantiene vivas y conserva su capacidad para replicarse de forma indefinida y evolucionar en diferentes tipos de células. Esta técnica pionera abre la puerta al desarrollo de fármacos “in vitro” y a la realización de pruebas de toxicidad directamente sobre tejidos humanos pero sin poner la salud de una cobaya en riesgo. Aunque eso no es lo más increíble. Lo mejor de todo es que ya se piensa en imprimir estas células en el interior del cuerpo y en crear órganos 3D viables para su implantación médica a partir de una parte del propio paciente, lo que erradicaría la necesidad de esperar por un órgano compatible y evitaría asimismo el riesgo de trasplantes rechazados.

craneoDe momento, y a pesar de los adelantos de Organovo que cuenta con un equipo especializado en muestras de tejido hepático, los órganos que se han podido (re)crear mediante impresión en tres dimensiones tan sólo sirven para estudiar sobre réplicas exactas ciertas dolencias. Es el caso de los corazones sintéticos con los que trabajan los cardiólogos del Centro Médico Nacional para los Niños de Washington D.C. -vía The Washington Post- en simulacros que les permiten preparar a fondo operaciones complejas o la simulación de otras partes de la anatomía humana. Más allá de esto, se ha logrado implantar un tubo de plástico bioabsorbible a modo de “remiendo” en la tráquea de un bebé de 2 meses (Hospital Pediátrico C.S. Mott en Michigan, vía The New England Journal of Medicine), se ha diseñado una oreja funcional que percibe sonidos en las mismas frecuencias que sus pares humanas con la ayuda de una especie de antena (Universidad de Princeton en New Jersey, vía Nano Letters) y otra que cambia colágeno por cartílago (Universidad de Cornell en Ithaca, vía Plos One), se ha reemplazado la mandíbula de una mujer de 83 años por una artificial de titanio y biocerámica (LayerWise y la Universidad belga de Hasselt, vía BBC), se ha reconstruido el 75% del cráneo de un hombre estadounidense por otro de plástico impreso (creación de Oxford Performance Materials, vía Gizmodo) y se le ha devuelto su rostro al británico Eric Moger (operación comandada por el cirujano y odontólogo Andrew Dawood, vía The Telegraph).

El poder de la imaginación

Quizás no tan transformador a nivel humano como las anteriores, pero con la misma inquietud por evolucionar a nivel científico se encuentra una iniciativa de la Organización de Investigación Científica e Industrial australiana para aumentar la escala de los insectos que campan a sus anchas por la isla, en ocasiones de dimensiones casi microscópicas, y poder estudiar mejor su anatomía a través de reproducciones hechas con titanio. Y, siguiendo con el influjo médico, la empresa japonesa Fasotec ha ido un paso más allá en la locura para ofrecer a los padres la versión tridimensional y física de una ecografía. Esto es posible previo sometimiento de la embarazada a una tomografía por resonancia magnética que deja ver el feto y tomar sus rasgos para después transformarlo en una figura de plástico cubierta por un vientre materno transparente y todo. Eso sí, el capricho sale en 100.000 yenes (unos 780 euros al cambio) sin contar el precio de la prueba médica.

CrayonCreatures_llamaImaginación tampoco le falta a otras dos compañías que han abierto una nueva línea de negocio al hacer realidad las creaciones infantiles. Además de guardar una copia del feto a escala y regalársela al niño cuando cumpla la mayoría de edad, como sugiere Fasotec, los padres pueden darles vida a los dibujos de sus críos remitiéndolos a la barcelonesa Crayon Creatures, que se aprovecha de “la inmensa cantidad de dibujos que pueblan frigoríficos, salas de estar y áreas de trabajo” para diseñar juguetes, que apelan a la sensibilidad emocional. ¿Su precio? 99 euros la pieza, más 15 en concepto de gastos de envío. Mientras, la chilena Thinker Thing pasa de los garabatos para introducirse directamente a la mente de los más pequeños de la casa con su máquina The Monster Dreamer que “te permitirá crear tus propios monstruos usando sólo el poder de la mente” o captando los impulsos eléctricos del cerebro.

Del ladrillo a las piezas de arena y aglutinante impresas

Habrá que esperar más de año y medio para ver si se materializa, pero Landscape House, el proyecto del arquitecto holandés Janjaap Ruijssenaars va camino de convertirse en el primer edificio del mundo impreso en 3D. Y no se trata de un inmueble simplón de líneas rectas, sino que se compone de dos plantas con formas redondeadas y espacios abiertos en el interior. El plan es reproducir con una máquina D-Shape y la intervención de su inventor, el italiano Enrico Dini, piezas individuales de 6 x 9 metros que combinan arena con aglutinante inorgánico. A partir de ahí, se irían juntando las impresiones y completando la estructura con hormigón reforzado con fibras. Ruijssenaars, que es conocido por trabajos anteriores igual de sorprendentes como una cama que levita gracias al magnetismo, se rodeará asimismo de la experiencia de su compatriota Rinus Roelofs, matemático y artista.
Así las cosas, parece que los límites no existen para la impresión en tres dimensiones. Durante los últimos tiempos se han esculpido con esta técnica bicicletas basadas en nailon, instrumentos musicales (que se pueden tocar), vajilla, comida para astronautas, geles comestibles y hasta carne, ropa de baño y calzado (zapatos de tacón incluidos), lentes para cámaras fotográficas, lámparas (que alumbran), armas (que, para bien o para mal, también funcionan), “miniyos” de facciones idénticas a las personas a las que imitan y robots capaces de moverse, por poner sólo algunos ejemplos de usos prácticos y alucinantes. Quizás algún día dejemos de sorprendernos cuando surjan productos similares y es posible que ese día no tarde mucho en llegar.

Extraído de: http://www.siliconweek.es/knowledge-center/un-punado-de-asombrosos-proyectos-de-impresion-3d-39144

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=aLBrCgwOiyw

 

domingo, 28 de abril de 2013

Existe el libre albedrìo? El experimento de Benjamin Libet

Benjamín Libet fue un neurofisiólogo estadounidense. Obtuvo reconocidos estudios y publicaciones en el área de filosofía, desarrollado en la Universidad de California. Fue además, un científico pionero en el campo de la conciencia.

Benjámín Libet
En los años 1970, Libet estuvo involucrado en los estudios de la actividad neural y la "sensación de umbral". Estas investigaciones iniciales determinaron cuánta activación en sitios específicos es requerida para desencadenar sensaciones artificiales (somática), confiando en procedimientos psicofísicos rutinarios. Esta investigación cayó entonces en un trabajo sobre la conciencia humana; su más famoso y controversial experimento demuestra que procesos eléctricos inconscientes (llamados potencial preparación o potencial de estar listo) predecían decisiones conscientes de realizar actos por voluntad propia, así como actos espontáneos, implicando que los procesos neurológicos inconscientes precedían y potencialmente causaban actos por propia voluntad que son en retrospectiva sentidos en ser motivados conscientemente por el sujeto.

La conclusión de Libet que se deriva de la investigación neurocientífica es que es imposible que el género humano sea autor de sus propios actos. Libet solamente considera cierto vestigio de la idea de libre albedrío en su noción de veto -la capacidad de la conciencia para bloquear o abortar un acto iniciado por el cerebro-. El problema, como señala John N. Gray, es que no podemos saber cuándo utilizamos el veto, por lo que nuestra experiencia subjetiva es siempre ambigua.

Muchas de la consideraciones actuales se iniciaron tras el experimento de Libet  (1983, 1985). , Libet constató que los llamados “potenciales de preparación” para una acción (readiness potential) eran anteriores en unos 300 milisegundos a la conciencia del sujeto de tener voluntad para realizar esta acción. Si la acción se realizaba en el tiempo “0”, la conciencia de la intención estaba a menos 200 milisegundos y el “readiness potential” detectado en el cerebro a menos 550 milisegundos. Parecía, pues, que no era la decisión de realizar una acción la que activaba la preparación cerebral para realizarla, sino al contrario. Por tanto, parecía que la conclusión era: el mecanismo necesario que lleva a la acción se produce en el cerebro inconsciente al margen de la decisión del individuo y la “conciencia de la voluntad” surge después como la “ilusión” de haber sido su causa real. Este hecho experimental parecía confirmar una teoría de la conciencia llamada “epifenomenalismo”: la conciencia no causa efectos neuronales físico-químicos (no causa las acciones), sino que es sólo un testigo del determinismo neural de la conducta; creándose así la “ilusión” de que la conciencia causa la conducta. En el fondo estaríamos complementamente determinados.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

ES UNA CURIOSA PARADOJA que el neurofisiólogo cuyos experimentos son los más citados para sustentar las tesis deterministas haya creído en la existencia del libre albedrío. Benjamin Libet (1916-2007) fue un científico que en los Estados Unidos se había dado a conocer en los años setenta del siglo XX por unos experimentos que mostraban que, aun cuando una sensación táctil tarda medio segundo en ser reportada concientemente por la persona, subjetivamente la percibe como si hubiese llegado exactamente en el mismo instante. Más tarde Libet instaló en su laboratorio instrumentos de registro muy precisos con el objeto de medir el tiempo transcurrido entre el momento en que una persona decide actuar (por ejemplo, mover un dedo) y el instante en que realmente lo hace. Registró con un electroencefalógrafo la actividad de la corteza cerebral y un osciloscopio cronometró cada acontecimiento. Hay que señalar que unos diez años antes dos investigadores alemanes de la universidad de Friburgo –H. H. Kornhuber y L. Deeke– habían descubierto lo que llamaron el Bereitschaftspotential, que es el potencial de preparación que aparece en la electroencefalografía momentos antes de que ocurra un movimiento voluntario. El experimento de Libet demostró que este potencial eléctrico de preparación ocurría antes de que los sujetos manifestaran su intención de ejecutar una acción, pero que esta sucedía después de haberla decidido concientemente. Mostró también que una decisión voluntaria podía abortar el movimiento, aun cuando ya se hubiese desencadenado el potencial de preparación. Más concretamente, los experimentos de Libet indicaron que los cambios eléctricos que preparan en el cerebro una acción se inician unos 550 milisegundos antes de que ocurra. Los sujetos se percatan de la intención de actuar unos 350 a 400 milisegundos después de que se inicia el potencial de preparación, pero 200 milisegundos antes de que ocurra la acción motora. Libet llegó a la conclusión de que la acción intencional se inicia inconcientemente. Pero también observó que la conciencia puede controlar el resultado del proceso mediante una especie de poder de veto: podía inhibir los mecanismos que llevan a la acción, aun cuando ya se hubiesen iniciado inconcientemente.

Los experimentos de Libet levantaron una gran polvareda de comentarios. Sus propias conclusiones han sido criticadas duramente por los deterministas, pues afirmó que el libre albedrío era una opción científica tan buena o mejor que su negación. Apoyaba su idea en una cita de Isaac Bashevis Singer: “El mayor don que ha recibido la humanidad es el libre albedrío. Es verdad que nuestro uso del libre albedrío es limitado. Pero el poco libre albedrío que tenemos es un don tan enorme y su valor potencial tan grande que por ello mismo vale la pena vivir.” Los deterministas exaltaron el resultado de los experimentos que mostraron que el acto voluntario se inicia inconcientemente, pero rechazaron la posibilidad de que la conciencia pudiese interrumpir el proceso. Libet creyó que podía existir un “campo mental conciente” capaz de actuar sin conexiones neuronales que funcionasen como mediadoras. Seguramente se inspiró en las ideas de Karl Popper, que poco antes de su muerte definió la mente como un “campo de fuerzas”, en unas reflexiones expuestas en 1992. El problema radica, desde luego, en suponer una actividad humana que no tenga ningún soporte neuronal. Si se acepta esta idea se abre la puerta al dualismo y a misteriosas instancias no materiales capaces de mover al cuerpo. En este caso no estaríamos muy lejos de imaginar al alma inmortal moviendo al cuerpo por medio de la glándula pineal, como propuso Descartes.

El determinismo, por su parte, también abre la puerta a algunos demonios. Por ejemplo: si no existe una voluntad que actúa libremente entonces podríamos tener una excusa para cualquier comportamiento inmoral, pues siempre es posible decir que la falta no la comete un individuo concientemente, sino que viene de algún proceso mecánico incontrolable, de alguna causa genética o desequilibrio bioquímico. Una escapatoria fácil ante este problema consiste simplemente en postular que el sentido moral no es más que un dispositivo cerebral, un conjunto de circuitos neuronales engarzados a partir de piezas más antiguas del cerebro de los primates y configurados por la selección natural para realizar su trabajo, según lo ha expresado Steven Pinker. Desde este punto de vista, si el dispositivo funciona mal, la causa no se encuentra en el ejercicio del libre albedrío (en la “voluntad”), sino en el módulo cerebral de una persona, a la cual no obstante se puede achacar la responsabilidad de sus actos. En este caso la culpa no recae en el alma o la conciencia sino en un mecanismo inserto en una red determinista de causas y efectos.

Se trata de una falsa explicación. Es cierto que aceptar la existencia de una “mente no física” es una violación de las leyes físicas. Pero afirmar que la mente tiene un carácter físico no ayuda en nada a explicar el funcionamiento de los procesos subyacentes a la toma de decisiones. Sería como pretender que la naturaleza física de una institución social o política es la clave para entender sus funciones.

Extraído de http://www.letraslibres.com/revista/columnas/un-experimento-con-la-libertad





martes, 22 de enero de 2013

La Cábala

Los comienzos de la mística judía se pierden en la bruma de los tiempos, no obstante hay casi consenso de que el misticismo judío o sus primeros destellos, antes de conformarse en doctrina o sistema, son muy anteriores a la era común.

Lo que varios autores admiten con cierto fundamento es que los primeros intentos de la Cabala recibieron notoria in­fluencia del zoroastrismo, del Zendavesta, en el siglo VI a. C.

Si las primeras ideas místicas del judaísmo nacieron efectivamente a la sombra de un sistema supersticioso, repleto de demonios, ángeles y espíritus buenos y malos de una religión dualista, la Cabala fue evolucionando por senderos espiritualmente elevados. Esta evolución se produjo a través de los siglos, en un progreso inmenso, hasta que la doctrina cabalista judía llegó a tener como principio fundamental el monoteísmo y en este sentido ha influido en el misticismo cristiano e islámico.

Algunos científicos consideran a Rabí Shimón ben Yojai (siglo II d. C.) como iniciador de la Cabala, y supuesto autor del Zohar, el libro más ampliamente reconocido en el misticismo judío superior, aunque había ya antes libros místicos divulgados.

A fines del siglo XI d.C., los «jasidim - judíos piado­sos» renanos y varias familias de iniciados provenzales y espa­ñoles echaron sus bases como ciencia con tradición. La palabra «cabala» significa «tradición». En el sentido más específico es una doctrina esotérica acerca de los misterios de Dios y del Universo. Surgió en Babilonia en los siglos V - X d. C., basado en los trozos místicos de la Biblia e influenciada por la mística orien­tal, y especialmente la persa. Luego utilizaron diversos materia­les esotéricos de inspiración gnóstica o neoplatónica, misterios numerológicos, fórmulas compulsivas, «revelaciones de las fuer­zas escondidas en el cielo y en la tierra» contenidos en ciertas grandes obras místicas de la alta Edad Media, (como por ejemplo «El libro de la creación - «Sefer Yetzirá» y «El Libro de la Ilumi­nación - Sefer Habahir»), pero los transformaron profundamente.

La palabra Cabala, como designación del movimiento esotérico-místico-teosófico, es parte de la historia cultural del judaísmo. Se cristalizó durante los siglos XI - XIII. Nació de fuen­tes no judías y se supone que su origen se debe a una actitud de reacción contra el rabinismo y el extremo racionalismo, que regían el judaísmo de aquel entonces. Se nota también la influencia del Cristianismo y del Islam.

El término «misticismo» no aparece en el judaísmo bíblico-talmúdico. La palabra más comúnmente usada para refe­rirse a la mística es la Cabala.

Originalmente se refirió a todo el caudal de saber popular tradicional, más tarde, se la usaba para referirse a los secretos de la Tora, las cosas ocultas del Creador que fueron transmitidas de generación en generación.

Rabí Shimón ben Yojai
De acuerdo a un Midrash, la Cabala consiste en se­cretos que Adán recibió del Todopoderoso. Estos secretos tienen que ser confiados únicamente a los pocos que tienen las cualida­des intelectuales y morales para entenderlos, llamados en hebreo «Mekubalim» - «Los Iluminados». De acuerdo a la regla dada en la Mishna, no deben ser expuestos sino a quien fuera un hom­bre de profunda sabiduría y comprensión; deben ser «cosas con­tadas sólo en un susurro».

Sin embargo, la Cabala, o saber místico, se ha trans­formado en una de las materias más populares de estudio entre los judíos, y el jasidismo temprano y posterior la convirtió, aun en forma parcial, en norma de la vida cotidiana para millones de judíos.

El término «Cabala» comprende hoy una vasta litera­tura que cuenta con más de 3.000 volúmenes. Mientras que al­gunas de las obras clásicas contienen sistemas metafísicos y fi­losóficos elaborados, la mayor parte de estos volúmenes tejen las letras antiguas en infinitas variaciones, con el propósito de sacar a relucir los secretos internos de la Biblia, o de proponer una fórmula casi mágica de nombres santos para la propiciación de ángeles o la expulsión de demonios. Sin embargo, la Cabala contiene principios y conceptos intelectuales bien fundados, que sus devotos emplean con virtual unanimidad.

Sus fuentes bíblicas son:

- La historia de la Creación (Sefer Yetzirá ), algunas visiones de los profetas y la descripción del Carruaje Divino (Maase Mercaba ), (Ez. 1.), algunas partes del Libro de Daniel, Job y Eclesiástes, alusiones mitológicas de los Salmos.

Las fuentes postbíblicas son:

La literatura agádica midráshica.

Las primeras obras místicas fueron:

Hejalot - habla de los Palacios Divinos de las hues­tes celestiales, que rodeaban el gran trono del Altísimo,

Shiur koma - medida de la Estatura Divina, Otiot de Rabi Akiba, (señales de Rabi Akiba),

Sefer Habahir - el Libro de la Luz Radiante. Era un libro muy popular, que contiene una doctrina de la transmigración de almas, que se emplea también para explicar el enigma de la teodicea, -tratado de la justicia divina-, como ciencia mística sólo para los iniciados, pero la llevan al pueblo como una práctica para todos.

Piyutim: literatura mística en la liturgia.

Su objetivo era, buscar y obtener conocimientos acer­ca de Dios, del Reino Divino, del orden de los mundos superio­res, comprobar la fe en el poder de la palabra como lo plantea la Sefer Jetzira: El mundo ha sido creado por principios, por el Libro, por números y palabras.

Algunos investigadores notan que la Biblia describe el «cómo» de cosas, pero la Cabala quiere explicar el «por qué» de las cosas. Su propósito es, intentar aclarar las relaciones entre el Creador y el Universo, y el problema del bien y del mal en el mundo y en el ser humano. La dramatización de la existencia en general y la de Israel en forma específica, la responsabilidad cósmica del ser humano y la del judío, la persona del Mesías y la época mesiánica, etc., son algunos de los temas que los cabalistas intentaron explicar.

En el período post-Talmúdico se encuentran tenden­cias místicas y mágicas, talismanes e invocaciones mágicos para controlar las fuerzas ocultas, y hasta exorcismo se practicó para curar dolencias físicas y mentales, incluso males sociales. Había invocaciones a los diversos nombres de Dios, ángeles, demonios, como también amuletos para llevar en el cuerpo o guardar en la casa.

En su desarrollo y evolución podemos comprobar que el misticismo judío en general no es ilegal o contra la ley. Reco­noce la primacía de la Tora y de las Leyes, exige que los futuros místicos estudien primero la Tora, los profetas (Neviim), los Hagiógrafos (Ketuvim), la Mishná (Halajá), la Hagadá (Guemará), etc. y sean observantes y cumplidores de todas las leyes, busquen la satisfacción en la vida y por medio de ésta, la unión mística con Dios.

Desde los principios reconoció la supremacía y la unicidad de Dios. Se dio por sobreentendida la preexistencia de la Tora, así como la validez eterna de sus mandamientos; aceptó el enfoque fundamental de la historia judía y dio mucho énfasis a la vida ética. Insistió en el progreso gradual del alma por la perfección moral. Si no se ha alcanzado dicha perfección en la vida, se puede alcanzar después de la muerte, atravesando los siete cielos y, por fin, contemplar la Gloria de Dios.

Los filósofos judíos de todas las épocas se oponían a las enseñanzas, y aún más, a las prácticas místicas, pero con poco éxito entre el pueblo. La influencia de los cabalistas sobre sus semejantes era inconmensurable.

Cabe hacer notar que el misticismo judío es nomista, y entre las leyes que se practican, subraya la importancia de la familia. Los dirigentes religiosos de todas las épocas desaproba­ron las prácticas supersticiosas en la vida religiosa pública, pero no siempre condenaron las prácticas privadas (invocaciones, cuencos (vasos) mágicos, talismanes, exorcismos).



Todo eso estaba destinado sólo para los elegidos y para los cabalistas, en su búsqueda de la esencia divina y del destino del hombre. Estaban ansiosos, sobre todo, por conocer los signos que presagiaran el advenimiento del Mesías y la re­dención de su pueblo sufriente.

El deseo de vislumbrar las Huestes Celestiales ardía en los corazones de los grandes rabinos. Esto dio origen a toda una literatura conocida como literatura «Hejalot», «la literatura de las cámaras», relacionadas con las cámaras de los seres celes­tiales, los cuales rodeaban la Gloria. En el Talmud encontramos uno de los más citados pasajes del saber judío: Cuatro personas entraron al Paraíso: Ben Azai, Ben Zoma, Ajer y Rabi Akiba. Uno de los cuatro se volvió loco, el otro se suicidó, el tercero se volvió hereje. Sólo Rabi Akiba entró en paz y salió en paz. El pasaje contiene una extraña declaración, que ha sido objeto de mucha especulación: «Cuando vengas al lugar de los brillantes platos de mármol, no digas agua porque está escrito: el que dice menti­ras, no permanecerá ante mi vista».

Shalom

El misticismo judío difiere de los otros movimientos místicos. Mientras los demás movimientos buscan el encuentro con Dios, o en otras palabras, el místico es obstinado en la bús­queda de su propia salvación, el judío procura la salvación del Todo, de la Historia, del Hombre. Busca el proceso histórico como progreso hacia la realización, como dice Buber: el definitivo diálogo entre el Cielo y la Tierra. No es posible hacer una reseña breve sobre la riqueza de este sistema de explicación del Universo tan complejo. La Cabala absorbió aspectos de muchas fuentes y se dividió, a su vez, en diversas escuelas. Nos limitaremos a algunas indicaciones.

El pueblo de Israel también es mediador, o más exactamente, unificador. Se distinguen varios niveles en la Divini­dad. La armonía reina en el mundo, cuando la «shejina, la forma más inmanente de la Divinidad», está unida al En-Sof. Los peca­dos de los hombres provocan una hendidura cósmica. La práctica de los mandamientos y el estudio de la Tora restablecen la unidad original. Las diez Sefirot, que van desde lo finito hasta lo infinito, están ligadas entre sí por una serie de canales. Por medio de estos canales se transmite todo lo que el hombre puede hacer, funcionar u obstruir. Porque «toda actividad de aquí abajo esti­mula una actividad en lo alto». El hombre, y particularmente el judío, está investido de una responsabilidad cósmica, por medio del canal y de las letras de la Tora. Es él quien despierta o apaga el rigor, la misericordia, el amor, la guerra y él promueve la lle­gada del Reino Divino.

Además de las ideas místicas sobre el origen del Uni­verso y de la vida ultraterrestre, el Zohar intenta demostrar los valores internos del hombre vivo, lleno de sublimes potencialida­des. Pone en relieve que cada acto humano tiene su efecto sobre el curso universal. Las fuerzas espirituales de las alturas dependen de las influencias energéticas que reciben desde abajo.

Como ejemplo mencionamos unas ideas del Zohar:

El hombre ideal tiene fuerza de varón y compasión de mujer.

No existe verdadera justicia, salvo que la misericordia la acompañe.

El que no elogia a nadie es un hombre arrogante.

El hombre que se alaba, demuestra que no sabe nada.

El amor de los nietos es apreciado más que el de los hijos.


Habían pasado más de dos siglos, cuando nació una nueva rama del misticismo judío que lleva el nombre de «Cabala práctica», creada por el Ashkenazi Rabi Isaac de Luria - ARI. El vivió en Safed, Palestina, en el siglo XVI. Allí formó de sus se­guidores un grupo que vivía separado de los demás. Experimen­taron juntos cosas «que el ojo no ha visto ni el oído jamás ha escuchado».

Esta época fue testigo de una de las más grandes tragedias de la historia judía: la expulsión de los judíos de España, catástrofe que llevó la desilusión y confusión a quienes la sufrieron.

El sistema de Isaac Luria también comienza con una pregunta. Si Dios es Infinito lo cual significa que El no tiene límite, ¿de donde proviene el mundo? Si el mundo es de Dios, entonces ¿por qué continúa existiendo el mal? Si el mundo no es infinito, ¿por qué hay un lugar llamado mundo, en el cual El no está presente? El sistema de Luria está basado en la doctrina del «tzimtzum», que en hebreo significaba originalmente contracción.

La Cabala lo interpretará más bien como retiro o re­traimiento. Significa que la existencia del Universo es posible gracias a un proceso de recogimiento de Dios. Dios se recoge en sí mismo, para dar lugar al mundo. No son las «emanaciones», sino lo opuesto es ahora la regla. Con la idea del «Tzimtzum» encontramos otras ideas de suma importancia, como la doctrina de «shevirat hakelim» o «ruptura de las vasijas». De acuerdo con la doctrina de la ruptura de las vasijas, éstas tenían que sostener la Divina Luz Creadora y no fueron capaces por la grandeza que las llenaba. Como vasijas de vidrio, se rompieron y se hicieron pedazos.

Así, la creación comenzó con una catástrofe primor­dial. El proceso creativo divino no siguió el modelo que se había pensado para él.

Las luces divinas todavía están dispersas a través de la vasta extensión de la Creación. Estas «nitzotot» o «chis­pas» están cubiertas por una «caparazón» o «kelipa». No es que soto el pueblo de Israel esté en el exilio, sino con un sentido más profundo, el galut, es decir el exilio es el destino de toda la Creación.

Para que el drama cósmico no llegue más lejos aún, estas chispas deben ser devueltas a su legítimo lugar, lo que se consigue a través del tikkun, de la rectificación del error prístino. En este punto entra la parte más audaz de las doctrinas místicas; este proceso de restitución de las luces que están man­tenidas en cautiverio, debe ser liberada por el hombre. Este tiene el deber de completar el semblante divino. El destino de Dios está en las manos del hombre. Es él quien completa la reentronización de Dios como Rey y Creador del Universo.

Cuando se lleva a cabo una buena acción o se pro­nuncia una oración, se prepara un camino para la restitución final de todas las chispas exiladas. Estas chispas existen en cualquier parte del mundo. Se tiene entonces una extraña forma de panteísmo. Dios no está en todas partes sino que forma parte de todo y aguarda completarse, para una nueva relación. La aparición del Mesías no es más que «la consumación del continuo proceso de restauración del «tikun - reordenación y redención».

La redención de Israel significa la redención de todo y de todos. La llegada del Mesías significa que este mundo reordenado ha recobrado su forma final.

La esperanza es la unificación de la Creación con Dios (Yihud). La meta final del cabalista no es su propia unión con el Absoluto, sino la unión de todo lo real con Dios. Guershom Sholem señala cómo se relaciona esta idea con la doctrina del progreso en la mente del hombre moderno. Deberán llegar pro­gresivamente más y más «tikkunim - reordenaciones», hasta que se alcanzará el mundo mesiánico, el Reinado de Dios en la Tierra, válido para todos.

Esto también refleja la profunda sensación de extrañeza que siente el hombre, al vivir en un universo imperfecto. Pero de acuerdo con esta idea, no sólo el hombre y Dios, sino también el Universo está en exilio y aguarda su redención.

El objetivo de la Cabala aplicada era lograr la reascensión del alma del individuo hacia la Divinidad. El sistema insistió en el éxtasis durante la plegaria y en la ferviente obser­vancia del sábado y de las otras mitzvot. Su mayor significación histórica era el llamamiento para la purificación del alma, con la intención de prepararla para la llegada del Mesías, encaminando todo hecho y pensamientos humanos para apresurar su venida.

La vida se concebía como una lucha entre el bien el mal. Sin embargo, ambos sirven al propósito divino. Todo hecho virtuoso, toda plegaria ferviente ejercen influjos espirituales, que hacen adelantar el triunfo final del bien sobre el mal, triunfo que aparecerá en toda su plenitud y gloria con el advenimiento del Mesías.

No es el Mesías quien realizará la Redención, sino todos los hombres que, en cada generación, están encargados con el deber místico de restituir la imagen dañada de Dios. Se advierte que la redención de Israel será parte de la redención universal, y no separada como algo excepcional.

La teoría muy humanista de la Cabala práctica se resume en la idea de que se debe restituir (tikun) la imagen de Dios en el hombre y en el Universo. En el mundo, las chispas divinas están cubiertas por una cáscara que es la materia bruta e impura, y hay que arrancarlas de la cáscara por intermedio de la práctica moral, y liberar las chispas para restituir y recomponer el rostro del Todopoderoso. De esta manera llegará la redención del hombre en la historia, como portador de este rostro, puesto que a Su semejanza fue creado. La audacia de los cabalistas se hace notoria, cuando aseveran que no sólo Dios es indispensable para el hombre, sino que el hombre es necesario para Dios.

Luria entiende la historia como un drama cósmico de pérdida y restitución, exilio y redención. El papel mediador entre el comienzo y el fin de los tiempos le toca al pueblo judío. Su sufrimiento es el símbolo vivo del Dios «perdido» entre las cáscaras. El hombre no puede esperar pasivamente que llegue la redención, sino que tiene que actuar, pues la redención no llega­rá por sí misma.

La historia del mundo está atravesada por el combate de la luz con las tinieblas, que se identifica con la lucha de Israel por sobrevivir. Esta dramatización de la existencia en general y de la existencia judía en particular, propuso a los judíos un ideal de conocimiento profundo del contenido de las doctrinas. Los mandamientos y los relatos históricos son sólo al cuerpo, y por su intermedio, la búsqueda de la pureza y el acceso a lo infinito le brindan el valor ético.

De este modo, la Cabala les suministró a los judíos valores temporarios y estables, los que se expandieron en los siglos XII - XVII que les ayudaron a sobrevivir en el «Valle de Lágrimas» del Medioevo. Por ejemplo, estos valores indudablemen­te ayudaron a no desesperar cuando el pueblo judío fue borrado del mapa de Europa. Además, enriqueció la liturgia con nuevas oraciones y poemas religiosos muy valiosos.

La Cabala sobrevivió los siglos XIII-XVII y contribuyó al surgimiento del movimiento jasídico en Europa Oriental. Desde el punto de vista de la dinámica de la historia judía y del destino del pueblo judío, se destaca el hecho de que la Cabala se cons­tituyó como un eslabón sin duda muy valioso, para preservar el baluarte anímico, y un escalón vital en el proceso de la redención nacional judía.

En el Occidente se divulgaron conocimientos de este gran movimiento místico por las obras del profesor Guerschom Sholem y del filósofo y escritor Martin Buber.

Aunque el cristianismo tiene sus propias fuentes de la mística, la Cabala judía ingresó en la Cabala cristiana durante el Renacimiento.

Los filósofos ligados a los Mediéis buscaron lo místico en las antiguas sabidurías, y en esta búsqueda llegaron a cono­cer también la Cabala judía. Fue Giovanni Pico della Mirándola quien, quizás inspirado por el cabalista italiano Menajem Reccanati, quiso probar e interpretar el misterio de la Trinidad y de la Encarnación. Johannes Reuchlin siguió el ejemplo de los rabinos de Worms y de Provenza, quienes interpretaron el nombre de Dios para intentar encontrar el misterio del nombre de Jesús.

En el siglo XVI, Guillaume Postel tradujo el Zohar al latín y lo comentó desde el punto de vista teosófico.

En el siglo XVII, Christian Knorr von Rosenroths pu­blicó un libro con el título «Kabbala Desmitada», con el fin de difundir las ideas básicas del Zohar y aún más, las del movimiento luriano entre los cristianos durante los momentos gloriosos del Renacimiento.

En la España de las tres culturas (árabe, cristiana y judía), se había desarrollado un misticismo monoteísta, que trajo consigo la influencia del cristianismo e islamismo al misticismo judío, y viceversa.

Extraído de http://www.veghazi.cl/alma/alma15.html