sábado, 15 de septiembre de 2012

Educación y dominio del corazón


EDUCACIÓN Y DOMINIO DEL CORAZÓN

Nada hay qué condicione tanto la vida de un individuo como sus sentimientos o estados de ánimo, ya que son éstos como la vibración básica que marca el camino que se toma cada día. Según el estado de ánimo es la calidad de la vibración magnética que se manifestará en el día. Desgraciadamente nuestros sentimientos están condicionados, en gran medida, por las sugestiones buenas o malas que estamos recibiendo a cada instante, conjunto de vibraciones que al combinarse dan nacimiento a un estado anímico. Los sentimientos son vibraciones sumamente fuertes que pueden actuar destructiva o constructivamente. La tristeza, la melancolía, el odio, los celos, son vibraciones terriblemente destructivas que pueden llegar a envenenar la sangre de una persona hasta destruirla. Es notoria la influencia de los estados anímicos sobre la expresión del rostro, por ejemplo, que llega a desfigurarse completamente bajo la influencia de un estado anímico negativo. Si las mujeres supieran que cada sentimiento de pesar, tristeza y depresión deja su marca en la cara, evitarían cuidadosamente caer en estados depresivos.
Cuando nos encontramos con una persona cuyo estado anímico habitual es de tristeza, nos traspasa su vibración y sin quererlo nos sentimos deprimidos.
Los que mantienen constantemente un estado de alegría y amor son verdaderos diseminadores de vibraciones positivas de dicha, bienestar y tranquilidad.
Habitualmente el ser humano vive esclavo de sus sentimientos, ya que éstos le imponen determinados estados vibratorios a los cuales éste debe ajustarse. Esta particularidad de vivir supeditado a los sentimientos provoca una notable deformación de la percepción al producirse una distorsión por la tonalidad del sentimiento dominante. Es posible percibir objetivamente sólo cuando se ha educado el foco anímico. A causa de la gran influencia de los sentimientos sobre la razón y el juicio, al individuo le resulta casi imposible juzgar y evaluar correctamente. Si agregamos a esto la influencia de la personalidad veremos la imposibilidad de que un hombre en su estado habitual vea la verdad. A causa de esto se cometen tantos errores y resulta tan difícil encauzar la vida hacia donde se quiere.

Hay personas que llevan una desgraciada existencia porque sus estados de ánimo oscilan constantemente de lo positivo a lo negativo. Estos pobres seres llevan una existencia atormentada porque no se encuentran a sí mismos en ningún momento, ya que cuando logran penetrar un estado anímico para llegar al fondo de sí mismos ya han oscilado al otro extremo, y les ocurre lo mismo que a un perro cuando trata de morderse la cola.
Otra de las enfermedades anímicas más terribles es la hipersensibilidad. Quienes la padecen se sienten heridos y ofendidos por todo, creen que todo va dirigido a molestarlos, que el mundo entero confabula en contra de ellos. No se les puede hacer una broma porque sencillamente no la entienden y creen firmemente que se les quiso molestar. Por lo general tras esta actitud hay un profundo egoísmo. El afectado vive pendiente de sí mismo y cree que es el centro del mundo y como tal todos están obligados a servirlo, a considerarlo, a respetarlo y a comprenderlo. Cuando se encuentra con que los demás no lo sirven ni lo consideran como él quisiera, sufre profundamente y se siente muy desgraciado, proclamando que “nadie lo comprende” y que “está solo en el mundo”. Siempre espera que los demás vayan hacia él. En el matrimonio son profundamente desgraciados, porque esperan que su compañero o compañera renuncie a su propia vida y personalidad para vivir pendiente de él.
¿Qué ha llevado a esta persona a este estado? Posiblemente un hogar dividido donde faltó el cariño de sus padres y ahora que es adulto tiene una exagerada necesidad de cariño, preocupación y atención.
Son muchas las deformaciones de la personalidad a que llevan los sentimientos desbocados, pero todas se pueden corregir empleando la voluntad dirigida por la conciencia.
Se debe hacer del corazón un órgano consciente e inteligente a fin de que dé cabida solamente a sentimientos superiores.
A fin de lograr la serenidad anímica se deben evitar los extremos, o sea, la alegría desenfrenada y la tristeza exagerada. Una actitud de calma, paz y tranquilidad debe imperar como sentimiento dominante.
Se deben cultivar el aplomo, el valor y la sangre fría hasta llegar a fortalecer el corazón para que nada pueda herirlo o alterarlo. Solamente con plena conciencia permitirle desbordes de amor o alegría.
Para realizar esto, se debe meditar frecuentemente en el corazón concentrando fuertemente el pensamiento en él y pensando que allí reina la serenidad total y completa.
El amor fraternal o cristiano bien sentido es una poderosa ayuda para lograr la tranquilidad. Si constantemente se emiten sentimientos de amor hacia los demás se les hace un bien ocultamente ya que al recibir esta vibración se despertará en ellos un sentimiento similar.
Amaos los unos a los otros se debe practicar en toda la extensión de la palabra, sin distinción de raza, clase o color.


EDUCACIÓN Y DOMINIO DE LA IMAGINACIÓN

Corrientemente, es la imaginación la que domina en forma completa al hombre impulsándolo a realizar todo aquello que se forma en ella. Al igual que el corazón, la imaginación es poderosamente influida por las sugestiones que se reciben a cada instante desde el exterior.
La imaginación es una especie de espejo que reproduce una imagen, basada en la información que recibe de los sentidos. Según sea esta imagen, serán las órdenes que emitirá el cerebro para ser ejecutadas como acciones concretas.
Según la claridad de la imagen mental que refleja la imaginación, será la capacidad que tendrá el individuo de juzgar correcta o incorrectamente la información recibida por los sentidos. Cuando la imagen mental es borrosa se produce confusión y desorientación debido a que no se perfila como un todo la información que se ha recibido.
Esta falta de claridad imaginativa se debe generalmente a la limitación de los sentidos que solamente perciben una estrecha gama de fenómenos.
Lo más importante que debemos tomar en cuenta al considerar la imaginación, es que la imaginación es creadora y a fuerza de repetir una misma imagen llega a plasmarla como una realidad física, concreta y tangible.
Es por esto que las víctimas de su propia imaginación desbocada son incontables, ya que imaginan mil cosas distintas en el día dispersando completamente su poder mental, que será incapaz de llevar a cabo una realización concreta.
Cuántas personas se quejan constantemente de su “mala suerte” y se lamentan amargamente de mil enfermedades distintas que sólo existen en su mente provocando con estos estados imaginativos una segura posibilidad de que se realice efectivamente aquello que han imaginado. A la larga, vemos que así sucede, y que muchas cosas desagradables se ponen en su camino, que les ocurren los más extraños e increíbles percances. Es entonces cuando. dicen: “qué habré hecho yo para que Dios me castigue en esta forma”, y en su ceguera no se dan cuenta de que ellas mismas se han creado aquellos males que las aquejan. Dios no castiga a nadie, ya que es todo amor y todo bondad. Es el hombre el que ignorante de las leyes de la Naturaleza se va poniendo obstáculos en su propio camino.
Desde el punto de vista de la lucha por la existencia y la conquista de la fortuna, es notable observar que con no poca frecuencia individuos de una fogosa y fértil imaginación se arrastran por la vida sin lograr realizar lo que anhelan. En cambio, otros de escasa imaginación e inteligencia, pero fuertes y tenaces se abren camino y conquistan los más altos sitiales. Esto se debe a que el imaginativo, por lo común, dilapida su fuerza mental creadora a través de su incontrolado imaginación, y como resultado de ello las más de las veces le falta el poder mental necesario para convertir sus ideas en realidad.
Es indispensable alcanzar un dominio lo más completo posible sobre la imaginación, para lo cual se debe practicar la concentración mental, el orden, la calma y la paciencia.
Desterrar completamente la mala costumbre, de dejar vagar el pensamiento procediendo en cambio a pensar solamente en lo que se está haciendo en el momento.
El ejercicio más importante para llegar a controlar la imaginación es el siguiente: dejar la mente en blanco por 5 ó 10 minutos. Sentado o tendido en la cama se procede a respirar profundamente tratando de relajar todos los músculos del cuerpo. Una vez que se ha logrado la relajación se procura detener completamente la actividad mental hasta llegar a dejar la imaginación totalmente en blanco. La respiración es de gran ayuda para esto, ya que bajando el ritmo respiratorio, o sea, respirando muy lento se produce inmediatamente la calma mental

USO DE LOS PODERES DE LA MENTE

Todo es mente; el universo es mental, es la clave maestra que nos permitirá conocer todos los arcanos y penetrar hasta el corazón mismo del Gran Padre-Madre universal, o sea Dios. Consideremos la mente como la energía primordial o única de la cual todo nace y a la cual todo vuelve. De materia mental está formado el espíritu de un hombre, de mente están constituidos los minerales, los vegetales, planetas, galaxias y todo lo que existe en el Universo. Mente es la realidad inmortal que se oculta tras las apariencias. Es la esencia de todo lo que existe, sea esto animal, mineral u hombre. Como manifestación consciente produce la maravilla del pensamiento humano.
La mente es el instrumento más poderoso que posee el ser humano. La fuerza del pensamiento crea en el mundo mental o plano arquetípico una forma de pensamiento que si es mantenida por suficiente tiempo se materializará en forma concreta. El ocultista o mago mental es un hombre que aprendió a manejar la materia-mente por medio de su pensamiento. Así como en el plano físico podemos tocar y ver todos los objetos materiales, así en el plano de la mente es posible tocar y ver los pensamientos. En el plano mental un pensamiento es un objeto material tan sólido como puede serlo una roca en lo físico.
Cada persona tiene lo que podemos llamar su edificio mental que es el campo magnético de fuerza que se ha construido con la suma total de los pensamientos que ha tenido en su vida. Según la calidad de este edificio mental es la calidad de lo que este hombre encontrará en la vida.
Un pensamiento negativo, aunque dure solamente minutos, influye poderosamente en la vida de aquél que lo ha concebido.
Se comprenderá mejor esta afirmación al estudiar la naturaleza misma del pensamiento, que es similar a una onda de radio. Al pensar se emiten ondas de una vibración acorde a lo imaginado. Vivimos en un verdadero océano mental o mar de vibraciones de pensamientos de diversa índole, pensamientos que captamos apenas nos ponemos en su longitud de onda. Si en un momento dado tenemos un pensamiento de desaliento, estamos sintonizando nuestro receptor mental en la onda del desaliento, y captaremos todos los pensamientos depresivos que están vibrando en la atmósfera, y en vez de tener una carga negativa de diez unidades, por ejemplo, tendremos una mil veces mayor.
De ahí la importancia de tener solamente pensamientos positivos, de ser optimistas, para absorber elementos también positivos de fuerza y energía.
En este capítulo daremos las claves para actuar conscientemente en el plano de la mente, para emplear nuestra poderosa fuerza mental, pero estas claves las captará solamente el que sepa leer entre líneas, el que esté preparado para ver y conocer la verdad.
Si su aspiración hacia la verdad, el amor y el bien universal es suficientemente fuerte, se pondrá en contacto en los planos invisibles con el poder oculto que lo guiará y encauzará para que consiga lo que desea.
El que no está preparado para llegar a la verdad y penetrar en el santuario de Isis, encontrará solamente palabras, oscuridad y vacío.
El plano mental es igual a una matriz donde se forma, desarrolla y concibe la simiente que allí penetra. Una vez que se deposita una simiente en esta gigantesca matriz tendrá fatalmente que fructificar en un plazo acorde a su magnitud.
Nada más cierto que el aforismo popular que dice: “el que siembra vientos cosecha tempestades”.
Cuídate mucho de no sembrar malos pensamientos en la Gran Madre, ya que encontrarás dolor, desesperación y sufrimiento, porque ella todo lo concibe, tanto lo bueno como lo malo, y te entrega después el fruto de lo que en ella has depositado.
Emite solamente pensamientos de amor, éxito, bien, abundancia y prosperidad. Desea siempre lo mejor a tu prójimo.
Jamás lances maldiciones o malas palabras, ya que a su debido tiempo serán materializadas.
Existen sí, algunas condiciones especiales para que se lleve a cabo este acto de creación o connubio entre la mente del hombre y la materia mental, y una de ellas consiste en que sea fecunda la simiente que se deposite.
El cómo fecundizar esta semilla es algo que debe descubrir cada cual por medio de la meditación y practicando el amor y el servicio al prójimo.
Este poder mental es el que poseían Adán y Eva en el Paraíso, o sea, la capacidad de crear con su mente todo lo que ellos querían, poder que perdieron al comer el fruto prohibido.
El estudiante que quiere valerse de su poder mental debe tener en cuenta las siguientes leyes: todo lo que vemos en la tierra como fenómenos tangibles son manifestaciones de energía-mente en diferentes estados vibratorios. Todo vibra, todo es mente en vibración. Una piedra vibra, una manzana vibra, un sentimiento es una vibración, todo, absolutamente todo lo que existe en el Universo es una vibración. El arte de influir sobre los acontecimientos consiste en el adecuado manejo de las vibraciones.
La transmutación mental es el verdadero poder del iniciado, poder que le permite cambiar las vibraciones no deseables por aquellas deseadas.
El odio puede transmutarse en amor, la indiferencia en interés, la cobardía en valor, la escasez en abundancia, la desgracia en felicidad.
Todo es susceptible de ser transformado mediante el cambio de sus vibraciones básicas. De allí la tradición alquímica, de la transmutación del plomo en oro, símbolo que ocultaba la transformación de los elementos animales del hombre en oro espiritual
Cada persona tiene su vibración dominante que es cual dial selector que sintoniza al individuo con vibraciones similares. Quien vibra en dolor encuentra el dolor. Quien vibre en pobreza encuentra la pobreza. Quien vibra en enfermedad encuentra la enfermedad. Quien vibra en amor encuentra el amor. Quien vibra en odio recibe odio. Ama y serás amado. Odia y seréis odiado. Desprecia y serás despreciado.
Piensa constantemente en la sabiduría, el amor y la verdad y te harás acreedor a la verdadera sabiduría de los iniciados, sabiduría que está más allá del bien y del mal, más allá de la vida y de la muerte, más allá del placer y del dolor.
Solamente de ti depende lo que encuentres en tu camino, ya que según pienses así serás. Nadie tiene derecho a quejarse de su mala suerte ya que cada uno puede convertirse en el arquitecto de su propio destino.
Abstente de pensar en cosas tristes, deprimentes o desagradables; conserva fija tu mente en todo lo bello y hermoso, en el bien y en el amor. Nunca critiques a los demás, nunca veas los defectos del prójimo, trata siempre de encontrar sus cualidades y virtudes. Hasta en el hombre más perverso podemos encontrar algo de bondad. Recordemos cuando Jesús y sus discípulos pasaron junto al cadáver putrefacto de un perro, que hedía terriblemente. Todos se apartaron con repugnancia menos Jesús que dijo: “qué dientes más hermosos tiene este animal, brillan como perlas”.
Si tú aprendes a encontrar el oro hasta en la podredumbre te habrás convertido en un verdadero alquimista espiritual.
Critica a un hombre y lo estarás cargando de cadenas, alábalo y lo ayudarás a superarse.
Cuando necesites de la cooperación de alguien para llevar a cabo tus obras, ve a visitarlo con toda confianza, imagina que es tu hermano y emite hacia él vibraciones de amor y fraternidad y serás bien acogido.
Todo está a tu alcance si aprendes a utilizar tu mente, pero cuídate muy bien de abusar de este poder para emplearlo en perjudicar a otros o en obtener bienes materiales impulsado por la codicia y la ambición.
Nadie tiene derecho a tomar del todo mente más de lo que legítimamente le corresponde, y quien trate de hacerlo recibirá su justo castigo.
Antes de decidirte a poner en movimiento tus fuerzas mentales, debes meditar profundamente si aquello que quieres conseguir es justo y correcto y si realmente lo mereces.
Para plasmar tu idea con fuerza y poder a fin de que se materialice rápidamente tienes que ser un avaro de tus pensamientos, economizar tus fuerzas mentales manteniendo tu imaginación en blanco hasta que llegue el momento de la “proyección mental”.
Debes guardar el más profundo secreto sobre tu proyecto, ya que si hablas provocas inmediatamente una reacción en contra.
En ningún momento debes dudar del buen éxito de lo que te propones ya que la duda es negativa y destructiva.
Debes ser paciente y no pretender coger el fruto antes de que haya transcurrido el tiempo necesario para su formación, nacimiento y madurez.
Una vez que hayas obtenido lo que quieres, debes prepararte para afrontar la reacción que recibirás por la acción que has ejecutado.
El principio de causa y efecto rige en todo.
Toda acción provoca una reacción de igual magnitud pero en sentido contrario.
Esta reacción solamente puede ser evitada por medio de un poderoso autodominio. Recordemos siempre la ley de las vibraciones. Si tenemos algo y no queremos perderlo debemos polarizarnos fuertemente en esto que hemos obtenido para evitar que la reacción nos alcance y nos arrebate el fruto de nuestra creación mental.
Si la enfermedad te aqueja, recuerda que esta enfermedad es sólo un estado vibratorio no deseable, que puede ser transmutado en una vibración de salud.
Conjuntamente con el principio hermético de la vibración, se debe emplear el principio de correspondencia. Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba. Todo lo que existe fuera del hombre tiene su equivalente o lado análogo dentro de él y por lo tanto, todo lo que queremos realizar en la tierra debemos realizarlo primero dentro de nuestra alma.
Si se logró esta realización interna se logra también su materialización en el plano físico.
La clave mágica para obtener todo lo que se quiere reside en la sabia aplicación de este triángulo mágico:
                           
Para terminar debo advertir que toda acción mental debe estar basada en la armonía universal, el amor y el bien. Jamás se debe intentar alcanzar algo que no se merece porque esto es un robo de que se hace víctima al todo y como es un robo se tendrá que devolver a corto plazo y recibir la correspondiente sanción.

LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD

Nada que sea tan ansiado por el ser humano como la felicidad.
Y sin embargo, ¿cuántos se pueden considerar felices?
Seguramente una ínfima y selecta minoría de la raza humana llega a conquistar el preciado don de la felicidad.
Es una búsqueda constante y sin fin, en la que cada cual trata a su manera y por distintos caminos de ser feliz.
La gran masa humana ha identificado la felicidad con lo que brinda el dinero, luchando desesperadamente por conquistar riquezas a fin de ganarla. Cuando llegan a tener estas riquezas y las ventajas que ellas brindan, y se encuentran con que la felicidad no llega, empiezan a pensar que tal vez estaban equivocados, que la felicidad no estaba en esto. La experiencia les enseña que no hay que confundirla con el placer. La verdadera felicidad se oculta en el corazón del ser humano. Es como si allí anidara un pajarillo que cuando despierta y canta nos hace experimentar un goce inefable. Cuando no escuchamos sus trinos, seguramente le asusta el ruido de lo externo o añora nuestros cuidados y la felicidad se desvanece. No son los placeres materiales los que estimulan su canto sino lo que hay dentro del alma.
La felicidad es un estado puramente interno en el cual no interviene para nada lo que ocurre en el exterior. Ser feliz es haber encontrado la paz interna, haberse encontrado a sí mismo. La infelicidad proviene de la división del yo del individuo. Proviene de que él está cambiando constantemente porque no tiene un Yo único e indivisible. Cuando logra encontrar un momento de felicidad su Yo cambia y esta felicidad se esfuma.
No hay ser humano más desgraciado que el que es presa de encontrados sentimientos, que tiene su corazón abierto completamente a las vibraciones emocionales que nos circundan. Este pobre hombre se convierte en una veleta humana que gira hacía el lado que lo impelen las vibraciones emocionales que penetran dentro de él. Este individuo sufre lo indecible porque está constantemente oscilando entre la felicidad y la desgracia. Cuando cree estar pisando muy firme en el soñado terreno de la felicidad, el suelo se hunde súbitamente bajo sus pies y todo se esfuma. La desesperación ha llegado, y no volverá a la tranquilidad hasta que el péndulo de su oscilación anímica no vuelva a lo opuesto.
El único camino que conduce a la conquista de la felicidad es la educación del corazón para que éste sienta solamente lo que la razón le permita sentir. Por este medio se logra cerrar la entrada a vibraciones anímicas negativas.
La felicidad más grande reina cuando el corazón está en paz. No se trata de matar los sentimientos sino de educarlos para que adquieran conciencia y razón. Se trata de introducir en el corazón la capacidad razonadora, sin perder por ello la frescura y espontaneidad de los sentimientos.
El que educa su corazón en esta forma no se convierte en un insensible sino que por el contrario, siente mucho más profundamente que antes pero con plena conciencia y razón.
Existen dos grandes enemigos de la felicidad que son el orgullo y el egoísmo. El orgulloso no podrá llegar nunca a ser feliz a menos que pase por la ordalía de humillarse conscientemente hasta que esta humillación no le cause sufrimiento, momento en que puede dejar de hacerlo porque se venció a sí mismo.
Todo orgulloso padece de un complejo de inferioridad que lo lleva a tratar de afirmar su personalidad adoptando una actitud de superioridad. En casos extremos lo lleva a declarar la guerra al resto de la Humanidad. Podría llamársele “complejo de rey” o “complejo de reina”.
Este “rey” por propio decreto está constantemente tratando de demostrar a los demás que él es “algo especial”, que es distinto, original y superior. Desde pequeño se notó inferior a los demás, ya sea por motivos reales o imaginarios. Entre los motivos imaginarios puede crear este complejo la falta de amor de la familia, en especial de los padres. Como este niño no se conformó con ser inferior, se entregó a la imaginaria creación de sí mismo en la forma de un ser superior lleno de cualidades. Este ser vive en el subconsciente y lo podemos llamar la “imagen idealizada”. Como no llega jamás a ponerse a la altura de su “imagen idealizada,” reacciona con una personalidad orgullosa, dominante y profundamente hiriente. En lo más hondo de sí mismo desea humillar a los demás porque él mismo se siente humillado al ver que no lo reconocen, no lo tratan como el rey o Superhombre en que él se constituyó en su “imagen idealizada”. Será profundamente infeliz si no logra demostrar su superioridad, para lo cual puede reaccionar tratando de obtener un gran triunfo, ya sea éste comercial, artístico o de cualquier índole, que lo coloque en una situación privilegiada con respecto al resto del mundo. Como no lo reconocen a la altura de su imagen idealizada, sé venga por medio del orgullo, que utiliza como escudo y arma para hacer ver su “fuerte personalidad”.
Es por naturaleza profundamente desconfiado y cree que todos lo engañan. Este sentimiento se origina en que él mismo es un engaño por mostrar al mundo algo que no es real, una falsa personalidad. Igualmente es porfiado y tozudo porque considera que transigir o dar su brazo a torcer significa para él una humillación.
Si bien el psicoanálisis puede salvarlo, lo más efectivo es que se decida a pasar por la “terrible humillación” de ser una persona más, sin otros derechos o prerrogativas que el resto de la Humanidad.
Esta imagen idealizada que todos nos constituimos en cierto grado, puede llevarnos a perder de vista nuestra verdadera felicidad por perseguir objetivos que realmente no deseamos, nada más que para sentirnos superiores.
Debemos aprender a ser felices con lo que ya tenemos, y no estar siempre a la espera de algún acontecimiento especial que nos hará supuestamente felices. Quien no logra ser feliz con lo que ya tiene no alcanzará nunca la verdadera felicidad. Es necesario vivir en el presente, la única realidad cierta es ahora, pasado y futuro no son reales en ningún momento dado de la existencia. Con despertarse cada mañana en el propio lecho, poder respirar, ver lo que sucede a cada momento, sentir el canto de los pájaros, gozar de nuestro desayuno, disfrutar plenamente de cada pequeño instante.
Debemos vivir como si cada momento de nuestra vida fuera el último.
Qué distinta sería por ejemplo la vida si supiéramos que hemos de morir en un plazo de 24 horas. Viviríamos plenamente, nunca nos sería el aire tan precioso, la luz tan necesaria.
Hay dos palabras mágicas que son verdaderas llaves maestras para llegar a la felicidad y son: amar y dar.
Quien no ama no conoce la felicidad. Al decir amar me refiero al amor de que habló Jesús cuando dijo: Amaos los unos a los otros.
Si las madres comenzaran ahora mismo a inculcar amor y tolerancia a sus hijos llegaría el momento en que el mundo habría cambiado porque los hombres cambiarían internamente. ¿Qué es aquello que lleva al hombre a la mutua destrucción, a las guerras sangrientas, a la tiranía, a los asesinatos políticos y a todas las terribles enfermedades de la Humanidad si no es la falta de conciencia? ¿El predominio de su parte bestial sobre su inteligencia?
Junto con recibir un cuerpo perteneciente al reino animal recibe también el hombre la terrible herencia de la animalidad. El animal, que lucha únicamente por su propia supervivencia y no le importa destruir a su especie entera si él se salva. Ésta es la maldición de la Humanidad: su animalidad. Somos Dioses en cuerpos de bestias, y el mundo entero está en manos de la gran bestia, o sea, el hombre mismo. Quien le rinde pleitesía alcanza honores, triunfos y riquezas a cambio de la pérdida de su voluntad y de su conciencia.
Es por esta causa que la vida siempre ha sido dura y difícil para aquellos espíritus selectos en los cuales reina el amor y la conciencia.
Todos conocemos cuál fue la reacción de la Gran Bestia cuando el llamado Jesús el Cristo vino a predicar el amor y la fraternidad entre los hombres. Este Salvador fue crucificado por la Bestia que vio seriamente amenazado su reinado, pero Él nos legó su mensaje de amor y fraternidad. Es por esto que existe tanta mentira y engaño en el mundo. El que dice la verdad se expone a provocar la ira de la bestia y sufrir algo parecido a una crucifixión.
El único camino de evolución y salvación para el ser humano es el dominio de su animalidad por medio de su espíritu o parte divina. Ésta es la verdadera regeneración que se oculta en el simbólico I.N.R.I. que está escrito sobre la cabeza del Cristo.
Son innumerables los escollos en el camino del que quiere alcanzar la corona de la conciencia, ya que la bestia es muy experta en el arte del disfraz, pues si así no lo hiciera sería fácilmente reconocida. Generalmente adopta el disfraz del amor y del bien para ganar prosélitos y después utilizarlos como instrumentos.
¿Cuál es la razón por ejemplo de que se mantenga la imagen de JesuCristo clavado en la cruz como si fuera necesario celebrar, recordar y perpetuar este hecho?
La evolución humana ha seguido un curso totalmente unilateral, ya que por un lado se han hecho grandes conquistas científicas y por otro el hombre no se ha conquistado a sí mismo en lo más mínimo, y está en la misma situación de un grupo de niños de seis años que estuvieran jugando con cañones, bombas atómicas y proyectiles. ¿De qué sirve tanto progreso material si no estamos capacitados para el uso consciente de estas fuerzas? Ni siquiera somos capaces de usar nuestro cuerpo físico en forma consciente y ya queremos llegar a la luna y conquistar el Cosmos.
El Ocultismo, o sea el sabio empleo de las fuerzas naturales que influyen en la vida del hombre, es el único camino que nos puede llevar a lograr la transformación integral de la Raza Humana por medio del desarrollo de la conciencia. El ideal máximo de esta ciencia es lograr la Paz Mundial bajo un gobierno único, que suprima las fronteras entre los países a fin de que llegue a existir un solo pueblo: la Tierra.
Para que esto sea posible tendrá que venir el Cristo a la Tierra nuevamente, en la figura de un nuevo Mesías que luchará otra vez por encadenar a la bestia.
Si triunfa, un nuevo período de esplendor espiritual comenzará para la Humanidad entera hasta que llegue el día en que pueda reinar plenamente el Yo o Espíritu sobre la Bestia.
Quien desee cooperar a la Paz Mundial puede recitar diariamente la siguiente oración:
"En el nombre de mi espíritu inmortal pido que la paz sea sobre la tierra, que el amor y fraternidad reinen en el corazón de todos los hombres. Que Cristo tenga el poder y la fuerza para vencer el mal. Que lo LUZ del ESPÍRITU triunfe sobre las tinieblas de la ignorancia. Que ahora y siempre reinen la paz y el amor en la tierra.
Si un gran número de personas recitan diariamente esta oración en forma concentrada y con toda su fe puesta en la realización de ello impregnan el alma del planeta con vibraciones de paz y amor que influirán poderosamente en el mantenimiento de la paz mundial.
No olvidemos el principio básico de que todo es mente, el universo es mental.
Desde el momento en que sabemos que todo es mente y que felicidad y desgracia no son sino los dos polos opuestos de una misma cosa, podemos valernos de nuestra fuerza mental para transmutar un estado de desgracia en uno de felicidad. Mas, para que esta transmutación sea duradera es necesario que aprendamos a aislarnos de todas las vibraciones bajas y no deseables que circundan el alma del planeta, vibraciones que han nacido de los bajos instintos y pasiones humanas.
El que quiere conservarse puro y limpio de estas vibraciones inferiores está en la misma situación de un hombre vestido de blanco que tuviera que atravesar un pantano. Las malas vibraciones se transmiten tal como los microbios de la peste.
Una mujer que acaba de reñir con su marido y visita a una amiga en su casa es portadora de esta vibración de pelea, ira y enojo, vibración que deja en esta casa y en el doble etérico de su amiga, que tendrá que pasar más de alguna molestia a causa de esto.
La única manera de cerrarse a estas vibraciones negativas es alcanzando un completo dominio anímico para no dejarse coger por ellas.
El dominio anímico es fundamental para llegar a encontrar la felicidad ya que equivale el corazón a la perilla de sintonía de nuestro receptor interno. Si lo sintonizamos en una vibración baja, nos cargamos de todas las fuerzas que tienen su campo vibratorio a esta altura y nos será después muy difícil salir de este estado negativo.

Muchos lectores se harán tal vez reflexiones amargas con respecto a la felicidad.
¿Cómo voy a ser feliz si estoy enfermo?
¿Cómo voy a ser feliz si estoy hundido económicamente?
¿Cómo voy a ser feliz si tengo tanta "mala suerte”?
Y así una larga lista de “peros” se agregarán a éstos.
Para quienes piensen así, quiero volver a insistir en dos puntos: todo lo que encontramos en la vida, ya sea bueno o malo es producto de lo que nosotros mismos nos hemos creado con nuestras acciones; cosechamos, aquello que sembramos.
·    Todo es un estado vibratorio, bueno o malo.
·    Toda vibración puede transformarse en la contraria por el poder de la mente, ya que todo es mente y todo vibra en el Universo.
·    Amor puede transformarse en odio, fracaso en éxito, pobreza en abundancia, dolor en placer y sufrimiento en paz.
·    Toda transmutación necesita un tiempo prudencial para llevarse a cabo; paciencia, fe y espíritu de sacrificio deben ser los tres puntales del éxito.
·    Todo el que crea firmemente que puede cambiar algo negativo por positivo puede hacerlo con su mente y su voluntad.
Las energías ocultas del ser humano son poderosísimas. Hay momentos en que éstas afloran automáticamente y el hombre duplica su fuerza y su inteligencia, por ejemplo, cuando está en peligro de muerte. “Puede el que cree que puede” es un adagio de indudable poder ya que la fe es la hembra y el pensamiento es el macho, ambos necesarios para llevar a cabo una creación mental.
El que tiene “mala suerte” debe borrar ese término para siempre de su psiquis y empaparse de vibraciones de éxito.
Ver el éxito, sentir el éxito, oír el éxito, oler el éxito, respirar el éxito. Su único pensamiento debe ser éxito-éxito-éxito.
Si así procede alcanzará lo que se propone.
Transmutar es negar conscientemente lo no deseable y afirmar lo deseado.
Nada es imposible para quien emplea sabiamente este principio.
http://www.bibliotecapleyades.net/brujos/brujos_hablan05.htm

domingo, 8 de julio de 2012

RFID La marca de la Bestia?

Aunque muchos seres humanos todavìa no han oido hablar de estas siglas, RFID (Radio Frequency IDentification) en español Identificación por Radiofrecuencia, se presentarán en el futuro inmediato de la humanidad en los próximos años.

Se trata de pequeñísimos chips que constituyen un sistema de almacenamiento y recuperación de datos remoto que permiten transmitir la identidad de un objeto mediante ondas de radio de muy baja frecuencia. Su origen data de la Segunda Guerra Mundial donde se utilizaron por ejemplo por la aviación británica para distinguir aeronaves amigas de las enemigas, pero recien a fines del siglo XX hicieron su aparición en el mercado debido a distintos avances que hicieron posible que RFID fuera una realidad comercial.

Son llamados también etiquetas, tarjetas, transpondedores o tags RFID y se comunican mediante la generación de un campo magnético y la utilización de una señal de radiofrecuencia que transmite los datos que tiene almacenados. Pueden ser pasivos (que no necesitan ninguna fuente de energía y reaccionan utilizando la energía provista por el campo magnético generado por el lector) o activos, que poseen su propia fuente energética, siendo suficiente una pila pequeña.

Su uso a venido creciendo a medida que los costos de fabricación bajan. En el Uruguay, país ganadero por excelencia, se utiliza en el programa de trazabilidad del ganado bovino en las caravanas provistas por el Ministerio de Ganadaría Agricultura y Pesca, y también es utilizada fundamentalmente en los sectores de logística, bibliotecas, identificación de animales domésticos, control de acceso, equipajes, y un largo etcétera que va a ir aumentando contínuamente.

Algunos consultores afirman que para el año 2015 estas etiquetas RFID serán tan delgadas como el papel, por lo que podràn estar impresas en los envases de los productos que habitualmente compramos en los supermercados, y su costo bajará de los U$S 0,05 por unidad, lo que habilitará su utilización masiva. En un futuro no tan lejano, el cliente del supermercado pasará su carrito por debajo de un lector RFID que en un segundo habrá escaneado todos los productos que lleva sin ninguna posibilidad de error. Esto sin duda pone en tela de juicio profesiones como la de cajero de supermercado, ya que podrán proximamente ser sustituidos por sistemas inteligentes dominados por las computadoras mediante lectores RFID.


Se prevee su utilización masiva también en el sector bancario, que está preparandose para la nueva generación de "pagos mòviles" que mediante el estándar NFC (Near Field Communication) haría posible que su celular funcionara como un monedero digital, conteniendo todos sus medios de pago tales como tarjetas de crédito y débito, tarjetas de descuentos y puntos, etc., facilitando el pago de sus gastos mediente transacciones de bajísimo costo que sustituirían en un futuro al uso de papel moneda. Esto sería posible mediante la utilización de chips de RFID activos que proporcionarían al lector los datos necesarios asi como encripciones y demás medidas de seguridad que harían el sistema inviolable. Por que se piensa en la utilización del teléfono celular para esta nueva modalidad de pago? Porque estudios de distintas consultoras demuestran que cerca del 80% de la población del mundo no sale de su casa sin llevar su celular consigo.

De su utilización en el teléfono celular a su implante en seres humanos hay un muy pequeño paso que seguramente se resolverá en esta década. Actualmente la utilización del "chip subcutaneo", pequeños tranceptores RFID del tamaño de un grano de arroz que se implanta bajo la piel de la mano de los individuos, cuyo nombre en los Estados Unidos es VeriChip, está siendo muy utilizado en diversos países.

En Mexico por ejemplo, debido a la gran cantidad de secuestros que sufre su población, se está difundiendo el uso del chip subcutaneo en la población de riesgo. Esto permite localizar a la persona secuestrada mediante lectores de gran potencia. En los Estados Unidos el presidente Obama sancionó la reforma sanitaria que incluye que todos los beneficiarios del servicio de salud deben tener implantado el VeriChip que, además de su identidad, tenga almacenados los datos de su historia clínica entre otros. Se empezarán a implantar a partir del año 2013 y en un período de tres años se espera que toda la población lo utilice.

A pesar de numerosas opiniones en contra de semejante atentado a la privacidad, en el futuro próximo el chip subcutaneo sustituirá a nuestra cédula de identidad. La presión ejercida por el aumento de la delincuencia y el combate al terrorismo es un aliciente para que los gobiernos definan su utilización obligatoria. También se podría llegar hasta a elminar el uso de papel moneda con todo lo que ello significa en materia de seguridad ciudadana. Sin embargo su utilización masiva se convertiría en la panacea de los estados policiacos, ya que sería un juego de niños reconstruir paso a paso sus actividades diarias debido que usted dejaría rastros de su precencia dondequiera que vaya. Existe en la actualidad una red de satélites de baja altura que perfectamente pueden localizar un VeriChip donde se encuentre, por lo que el anonimato sería abolido en el mundo y esto estaría dando paso sin dudas al establecimiento de un Nuevo Orden Mundial, donde sería imposible a los seres humanos comunes escapar al control del sistema.

11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.

16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;

17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

 Apocalipsis cap. XIII

Estas frases escritas por un judio que vivió hace dos mil años en Palestina le parecen un buen vaticinio de lo que está ocurriendo? Se animaría usted a predecir lo que va a pasar dentro de dos mil años con tan exacta precisión?

Sin dudas si el apostol Juan viviera en esta época recibiría numerosas distinciones por su acertada predicción nada menos que dos mil años antes de esta era. Las palabras del Libro del Apocalipsis sin dudas fueron escritas para nuestro tiempo y detallan con exactitud la utilización del chip subcutaneo que será imprescindible para vivir dentro del sistema y el nuevo orden.

Está usted preparado para la decisión que deberá tomar en los próximos años?  Como van a proceder los cerca de dos mil millones de cristianos ante la imposición del VeriChip?

Esto no es un juego de ciencia ficción. Al menos no lo es para los ciudadanos norteamericanos que deberán comenzar a jugarlo a partir del primero de enero del año 2013.

viernes, 29 de junio de 2012

Aún estas en mis sueños

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cómo escapar nada real,
No importa conocer, sólo esperaré hasta dormir
Estoy aquí, frente al gran espejo
Para convencer a los duendes que dirán
Cómo llegar a aprender el hechizo ideal
Que junte los sueños con la realidad.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Aún estas en mis sueños... dentro de mi corazón!!!

jueves, 24 de mayo de 2012

ZEN


Za zen
Al entrar la mentalidad china en contacto con el pensamiento hindú bajo la forma del budismo, alrededor del primer siglo de nuestra era, dos sucesos paralelos tuvieron lugar. Por un lado, la traducción de los sutras budistas estimuló a los pensadores chinos y los condujo a interpretar las enseñanzas de Buda de acuerdo con sus propias filosofías. Así apareció un inmensamente fructífero intercambio de ideas, que culminó, como ya mencioné antes, con la Hua-yen (en sánscrito: Ava-tamsaka), escuela de budismo china, y en Japón con la escuela Keg on.
Al mismo tiempo, el aspecto pragmático de la mentalidad china respondió al impacto del budismo hindú concentrándose en sus aspectos prácticos y desarrollándolos dentro de un tipo especial de disciplina espiritual a la que se dio el nombre de Ch'an, término que usualmente se traduce corno "meditación". Esta filosofía Ch'an fue adoptada por Japón a principios del siglo XIII, siendo desde entonces cultivada como una tradición viva, hasta la actualidad, con el nombre de Zen.
De este modo, el Zen es una mezcla de las filosofías y las particularidades de tres culturas diferentes. Es algo típicamente japonés y sin embargo refleja el misticismo de la India, el amor a la naturalidad y a la espontaneidad de los taoístas y el meticuloso pragmatismo de la mentalidad confuciana.
Pese a su carácter tan especial, el Zen es puramente budista, porque su finalidad no es otra que el Buda mismo: el logro de la iluminación, conocida en Zen como Satori. La experiencia de la iluminación constituye la esencia de todas las escuelas de filosofía orientales, pero el Zen es el único en concentrarse exclusivamente en dicha experiencia, sin interesarse en interpretaciones más extensas. En palabras de Suzuki, el "Zen es la disciplina de la iluminación". Desde el punto de vista del Zen, el despertar del Buda y la enseñanza del Buda, en el sentido de que todo el mundo puede alcanzar ese despertar constituyen la esencia del budismno. Todo el resto de la doctrina, expuesto en los voluminosos sutras, se considera como algo suplementario.
La experiencia del Zen es pues, la experiencia del satori y dado que tal experiencia, a fin de cuentas, trasciende todas las categorías de pensamiento, el Zen no muestra ningún interés por la abstracción o la conceptualización. No posee ninguna doctrina especial y ninguna filosofía, ningún credo formal y ningún dogma, y sostiene que esta libertad de toda creencia es lo que lo hace verdaderamente espiritual.
Más que ninguna otra escuela de misticismo oriental, el Zen está convencido de que las palabras nunca pueden expresar la verdad última. Tal vez heredó esta convicción del taoísmo, que muestra la misma actitud sin compromisos. "Si uno pregunta sobre el Tao y otro le responde", según Chuang Tzu, "ninguno de los dos lo conoce".1

1 Chuang Zu, trad. James Legge, cap.22.

Sin embargo, la experiencia Zen puede ser transmitida de maestro a alumno y, de hecho, ha sido transmitida durante muchos siglos mediante métodos especiales propios de Zen. En un clásico resumen de cuatro líneas, el Zen es descrito corno:

Una transmisión especial fuera de las escrituras.
No basada en palabras y letras.
Que señala directamente inicia la siente humana.
Viendo la naturaleza real y alcanzando el espíritu de Buda.

Esta técnica de "señalamiento directo" constituye el rasgo principal del Zen. Es típica de la mentalidad japonesa, más intuitiva que intelectual y que gusta de anunciar los hechos como hechos, sin mucho comentario. Los maestros Zen no eran muy dados a la verborrea y despreciaban todo lo teorizarte y toda especulación. De este modo desarrollaron métodos que señalaban directamente hacia la verdad, con acciones o palabras súbitas y espontáneas, que exponen las paradojas del pensamiento conceptual y, como los koanes ya mencionados anteriormente, están destinadas a detener el proceso del pensamiento y a preparar al estudiante para la experiencia mística. Esta técnica queda bien ilustrada mediante los siguientes ejemplos de breves conversaciones entre maestro y discípulo. En estas conversaciones, que componen la mayor parte de la literatura Zen, los maestros hablan tan poco como sea posible y utilizan sus palabras para llevar la atención del discípulo de los pensamientos abstractos a la realidad concreta.

Un monje pidiendo ser instruido, dijo a Bodhidharma:
 No tengo paz mental. Por, favor, da paz a mi mente.
-Trae tu mente aquí,  ante mí --contestó Bodhidharma-, y le daré la paz.
-Pero, cuando busco mi puente -dijo el monje-, no la encuentro.
-¡Ya ves! -exclamó Bodhidharma, ya la tienes pacificada.2

2 A. W. Watts, The Way o(' Zen pág. 87.

Un monje dijo a Joshu: "Acabo de entrar en el monasterio. Por favor, enséñame". Joshu le preguntó: "¿Has comido ya tu sémola de arroz?"
El monje contestó: "Ya la he comido".
             Joshu dijo: "Entonces deberías lavar tu tazón".3

3 P. Reps, Zen Flesh, Zen Bones (Anchor Books, Nueva York), pág. 96.

Estos diálogos nos muestran otro aspecto también peculiar del Zen. La iluminación en el Zen no significa renuncia al mundo, sino, al contrario, la participación activa en los asuntos cotidianos. Este punto de vista tenía gran atractivo para la mentalidad china, que concedía mucha importancia a la vida práctica y productiva y a la idea de la perpetuación de la familia, y no podía aceptar el carácter monástico del Budismo hindú. Los maestros chinos siempre resaltaban que el Ch'an, o Zen, es nuestra experiencia diaria, la "mente de cada día" como proclamaba Ma-tsu.
Su énfasis estaba en despertar en medio de los asuntos cotidianos y aclaraban que veían la vida diaria no sólo como el camino hacia la iluminación, sino como la iluminación misma.
En Zen, el satori significa la experiencia inmediata de la naturaleza búdica de todas las cosas. Entre ellas, están antes que nada los objetos, los asuntos y las personas implicadas en la vida cotidiana, de este modo, al mismo tiempo que resalta las cosas prácticas de la vida, el Zen es profundamente místico. Viviendo totalmente el presente y prestando atención a todos los asuntos cotidianos, el que ha alcanzado el satori experimenta la maravilla y el misterio de la vida en cada acto por sencillo que este sea:

¡Qué maravilla, qué misterio!
Transporto leña, saco agua.4

4 Citado por D. T. Suzuki en Zen and Japanese Culture (Bollingen Series, Nueva York, 1959), pág. 16.

La perfección del Zen de este modo, es que cada uno viva su vida cotidiana de una manera natural y espontánea. Cuando pidieron a Po-chang que definiese el Zen, dijo: "Cuando tengo hambre, como; cuando estoy cansado, duermo". Aunque suena simple y evidente, como tantas cosas en Zen, resulta de hecho una tarea difícil. Para recuperar la naturalidad de nuestra situación original se necesita de un largo entrenamiento y ello constituye un gran logro espiritual. En las palabras de un famoso dicho Zen:

Antes de estudiar el Zen, las montañas son montañas, y los ríos son ríos. Mientras estás estudiando el Zen, las montañas ya no son montañas y los ríos ya no son ríos, pero una vez obtenida la iluminación, las montañas vuelven a ser montañas, y los ríos vuelven a ser ríos.


El énfasis del Zen sobre la naturalidad y la espontaneidad muestra sin lugar a dudas sus raíces taoístas, pero la base de este énfasis es estrictamente budista. Es la creencia en la perfección de nuestra naturaleza original, la consciencia de que el proceso de la iluminación consiste simplemente en llegar a ser lo que ya somos desde el principio. Cuando le preguntaron al maestro Zen Po-chang sobre la búsqueda de la naturaleza del Buda, respondió, "es muy parecido a buscar un buey mientras estás montado sobre él".
En el Japón actual existen dos escuelas principales de Zen, que difieren en sus métodos de enseñanza. La Rinzai o escuela "súbita" utiliza el método de los koanes, corno ya comenté en un capítulo previo, y da mucha importancia a periódicas entrevistas formales con el maestro, llamadas san-zen, durante las cuales se pide al estudiante que presente su opinión sobre el koan que está tratando de resolver. La solución de un koan implica largos períodos de concentración muy intensa, que sirven de preparación e introducción a la percepción súbita del satori. Un maestro experto sabe cuándo el estudiante ha alcanzado el borde de la iluminación repentina y puede empujarle a la experiencia del satori con actos inesperados, como un golpe con un bastón o un fuerte grito.
La escuela Soto o "gradual", evita los bruscos métodos de la Rinzai y pretende la maduración gradual del estudiante, "como la brisa de primavera que acaricia la flor ayudándola a florecer".5 Es partidaria del "estar sentado tranquilamente" y de la utilización del trabajo usual como modos de meditación.

5 P. Kapleau, Three Pillars of Zen pág 49.

Ambas escuelas, la Soto y la Rinzai dan una gran importancia al zazen, o meditación sentada, la cual se practica en los monasterios Zen todos los días durante muchas horas. La postura y la respiración correctas de esta forma de meditación es lo primero que todo estudiante de Zen debe aprender. En el Zen Rinzai, se emplea zazen en la preparación de la mente intuitiva para el manejo del koan, y la escuela Soto considera al zazen como el medio más importante para ayudar al estudiante a madurar y a evolucionar hacia el satori. Incluso se considera al zazen como la realización de la propia naturaleza de Buda: cuerpo y mente fundidos en una armoniosa unidad que no necesita de ningún otro perfeccionamiento. Como dice un poema Zen:

Sentado tranquilamente, sin hacer nada.
La primavera llega y la hierba crece por sí sola.6

6 Zenrin Kushu; en A. W. Watts, ob. cit., pág. 134.

Al afirmar el Zen que la iluminación se manifiesta en los asuntos cotidianos, su influencia sobre todos los aspectos de la tradicional forma de vida japonesa ha sido enorme. No sólo se manifiesta en las artes de la pintura, caligrafía, jardinería y otras habilidades diversas, sino también en las actividades ceremoniales como servir el té o colocar las flores, en las artes marciales, en el tiro con arco, en la esgrima y en el judo. Cada una de estas actividades se conoce en Japón como un do, es decir, un Tao o "vía" hacia la iluminación. Todas ellas explo-ran varias características de la experiencia Zen y pueden ser empleadas para entrenar la mente y ponerla en contacto con la realidad última.
Ya he mencionado la lenta y ritual actividad del cha-no-yu o ceremonia del té, el movimiento espontáneo de la mano requerido para la caligrafía y la pintura, y la espiritualidad del bushido o "camino del guerrero". Todas estas artes expresan la espontaneidad, la simplicidad y la total presencia mental característica del Zen. Aunque todas ellas requieren una gran perfección técnica, la verdadera maestría sólo es alcanzada cuando se trasciende la técnica y el arte se convierte en "arte sin arte", espontáneo, que surge de la inconsciencia.
Tenemos la suerte de disponer de una maravillosa descripción de un tal "arte sin arte", en el librito de Eugen Herrige1 El Zen en el arte del tiro con arco. Herrigel pasó más de cinco años con un célebre maestro japonés, a fin de aprender su "místico" arte, y en su libro nos da un informe personal de cómo experimentó el Zen a través del tiro con arco. En él describe cómo el tiro con arco le fue presentado como un ritual religioso que se "baila" con movimientos espontáneos. Aprender a tensar el arco "espiritualmente", con una especie de esfuerzo fácil, y a soltar la cuerda "sin intención", dejando que el disparo "caiga como una fruta madura" le llevó muchos años de ardua práctica, que llegó a transformar todo su ser. Cuando finalmente logró la cima de la perfección, arco, flecha, blanco y arquero, se hicieron uno, y ya no era él quien disparaba, sino que "eso" lo hacía por él.
La descripción de Herrigel sobre el tiro con arco constituye uno de los testimonios más puros del Zen, pues no habla del Zen en absoluto.

Extraído de: El Tao de la Física, Fritjof Capra



lunes, 14 de mayo de 2012

FELIZ CUMPLEAÑOS DECANO !!!!!



Un 14 de mayo de 1899 nacía el Club Nacional de Football, decano del fútbol uruguayo y una de las Instituciones mas importantes de América.

SALUD!!!!


El Tao

De las dos principales tendencias chinas de pensamiento, el confucionismo y el taoísmo, esta última es la que está más orientada místicamente y por lo tanto resulta la más adecuada para ser comparada con la física moderna. Al igual que el hinduismo y el budismo, el taoísmo se interesa más en la sabiduría intuitiva que en el conocimiento racional. Reconociendo las limitaciones y la relatividad del mundo del pensamiento racional, el taoísmo es, básicamente, una vía de liberación de este mundo y en este sentido, se lo puede comparar con el yoga o el Vedanta del hinduismo, o con el Octuple Sendero del Buda del budismo. En el contexto de la cultura china, la liberación taoísta significaba muy concretamente, una liberación de las estrictas reglas convencionales.
La desconfianza hacia el conocimiento y el razonamiento convencionales es más fuerte en el taoísmo que en cualquier otra escuela de filosofía oriental. Está basada en la firme creencia de que el intelecto humano nunca podrá comprender el Tao. En palabras de Chuang Tzu:

El conocimiento más amplio no Lo conoce necesariamente. El razonamiento no hará hombres sabios en El. Los sabios se han decidido contra estos dos métodos.1

1 Chuang Tzu, trad. lames legge, adaptado por Clae Waltham (Ace Books, Nueva York, 1971), cap. 22.

El libro de Chuang Tzu está lleno de pasajes que reflejan el desprecio taoísta hacia el razonamiento y la argumenta-ción. Por eso dice:

A un perro no se le considera bueno porque ladre bien; a un hombre no se le considera sabio porque hable hábilmente.2

La disputa es una prueba de que no se ve con claridad.3

2 Ibid., cap. 24.
3 Ibid., cap. 2.

Los taoístas consideraban que el razonamiento lógico formaba parte del mundo artificial del hombre, junto con la etiqueta social y las pautas morales. No tenían el mínimo interés en ese mundo sino que concentraban su atención en la observación de la naturaleza, a fin de discernir las “características del Tao”. De este modo, desarrollaron una actitud que era esencialmente científica y sólo su profunda desconfianza hacia el método analítico les impidió construir apropiadas teorías científicas. Sin embargo, la cuidadosa observación de la naturaleza, combinada con una fuerte intuición mística, condujo a los sabios taoístas a profundas percepciones, que han sido confirmadas por las modernas teorías científicas.
Una de las más importantes percepciones taoístas fue la idea de que la transformación y el cambio son rasgos esencia-les de la naturaleza. Un pasaje de Chuang-Tzu muestra con claridad cómo la importancia fundamental del cambio era discernida mediante la observación del mundo orgánico.

En la transformación y el crecimiento de todas las cosas, cada brote y cada característica tiene su propia forma. En ella está implícita su gradual maduración y su decadencia; el flujo constante de la transformación y el cambio.4

4 Ibid., cap. 13.

Los taoístas consideraban a todos los cambios que se dan en la naturaleza como manifestaciones de la interrelación dinámica existente entre los opuestos polares yin y yang, y de este modo llegaron a creer que cualquier par de opuestos constituye una relación polar, donde cada uno de los dos polos está dinámicamente unido al otro. Para la mentalidad occidental, esta idea de la unidad implícita de todos los opuestos es extremadamente difícil de aceptar. A nosotros nos parece de lo más absurdo que las experiencias y valores que siempre habíamos considerado contrarios sean, a fin de cuentas, aspectos de una misma cosa. En Oriente, sin embargo, siempre se consideró que para lograr la iluminación es esencial "tras-cender los opuestos del mundo''5 y en China, la relación polar de todos los opuestos constituye la misma base del pensa-miento taoísta. Dice Chuang Tzu:

"Este" es también "aquél". "Aquél", es también "éste"... Que "aquél" y "éste" dejen de ser opuestos constituye la esencia misma del Tao. Sólo esta esencia, como un eje es el centro del círculo, que responde a los cambios sin fin.6

5 Bhagavad Gita, 2.45.
6 Citado en la obra de Fung Yu-Lan, A Short History of Chinese Philosphy (Macmillan, Nueva York, 1958), pág. 112.

De la noción de que los movimientos del Tao son una interacción continua entre los opuestos, los taoístas dedujeron dos reglas básicas de la conducta humana. Siempre que desees lograr algo, deberás comenzar por su opuesto. Según Lao Tse:

Quien quiera contraer algo, deberá antes expandirlo.
Quien quiera debilitar algo, deberá antes fortalecerlo.
Quien quiera destruir algo, deberá antes levantarlo.
Quien quiera obtener algo, debe antes haberlo dado.
A esto se llama conocimiento profundo.7

Por otro lado, siempre que se desee retener algo, deberá admitirse en él algo de su opuesto:

Doblégate y permanecerás erecto.
Vacíate y permanecerás lleno.
Úsate, y permanecerás nuevo.8

7 Lao Tzu, Tao Te Ching, trad. Ch'u Ta-Kao (Allen & Unwin, Londres. 1970, cap. 36.
8 Ibid., cap. 22.

Así vive el sabio que ha alcanzado el punto más elevado, punto desde el cual la relatividad y la relación polar de todos los opuestos es claramente percibida. Estos opuestos incluyen, antes que nada, a los conceptos del bien y del mal, que se interrelacionan del mismo modo que el yin y el yang. Reconociendo la relatividad del bien y el mal, así como la de las pautas morales, el sabio taoísta no se esfuerza en lograr el bien sino que más bien trata de mantener un equilibrio dinámico entre el bien y el mal. Chuang Tzu es muy claro en este punto:

Los dichos: "¿No debemos seguir y honrar lo correcto sin tener nada que ver con lo erróneo?" y "¿No debernos seguir y honrar a aquellos que aseguran el buen gobierno sin tener nada que ver con los que producen desorden?" muestran una falta de conocimiento de los principios del Cielo y de la Tierra y de las diferentes cualidades de las cosas. Es como seguir y honrar al Cielo sin tomar en consideración a la Tierra. Es como seguir y honrar al yin sin preocuparse del yang. Está claro que una conducta así no debe seguirse.9

9 Chuang Tzu, ob. cit., cap. 17.

Es sorprendente que, al mismo tiempo que Lao Tse y sus seguidores desarrollaban su visión del mundo, los rasgos esenciales de esta cosmovisión fueran también enseñados en Grecia por un sabio de cuyas enseñanzas han llegado hasta nosotros sólo fragmentos, y que fue, y todavía es, usualmente mal comprendido. Este "taoísta" griego fue Heráclito de Efeso. Compartió con Lao Tse, no sólo su énfasis en el conti-nuo cambio, que plasmó en su afirmación de que "todo fluye" sino también el concepto de que todos los cambios son cíclicos. Comparó el orden del mundo con un "fuego siempre vivo, que en cierta medida se enciende y en cierta medida se extingue"10, imagen muy similar a la idea china del Tao en su manifestación cíclica del yin y el  yang.

10 En G. S. Kirk, Heraclitus - The Cosmic Fragments pág. 307.

Es fácil ver cómo el concepto de cambio corno interacción dinámica de los opuestos condujo tanto a Heráclito como a Lao Tse al descubrimiento de que todos los opuestos son polares, y por lo tanto, están unidos. "El camino hacia arriba y el camino hacia abajo son uno y el mismo" y "Dios es día--noche, invierno-verano, guerra-paz, saciedad-hambre”11 dijo Heráclito. Igual que los taoístas, consideró que todo par de opuestos formaba una unidad y fue muy consciente de la relatividad de todos estos conceptos. Sus palabras: "las cosas frías se calientan por sí solas, las calientes se enfrían, lo húmedo se seca, lo seco se humedece” 12 nos recuerdan viva-mente a las de Lao Tse: "Lo fácil origina lo difícil... el silencio armoniza al sonido, el después sigue al antes".13

11 Ibid., págs. 105, 184.
12 Ibid., pág. 149.
13 Lao Tzu, ob. cit., cap. 2.

Asombra ver que la gran similitud existente entre las visiones del mundo de estos dos sabios del siglo VI a.C. no sea generalmente conocida. A Heráclito se le relaciona a veces con la física moderna, pero casi nunca con el taoísmo. Y sin embargo, es esta relación la que mejor demuestra que su visión del mundo era la visión de un místico y, por consiguiente, en mi opinión, sitúa los paralelismos existentes entre sus ideas y las de la física moderna en la perspectiva correcta.
Al hablar sobre el concepto taoísta del cambio, es importante advertir que este cambio no se considera consecuencia de fuerza alguna, sino más bien como una tendencia innata e inherente en todas las cosas y situaciones. Los movimientos del Tao no son forzados, sino que ocurren de un modo natural y espontáneo. La espontaneidad es el principio de acción del Tao, y puesto que la conducta humana debe conformarse al Tao, la espontaneidad debe también ser característica de todos los actos humanos. Actuar así, en armonía con la natu-raleza, significa para los taoístas obrar espontáneamente y de acuerdo con la verdadera naturaleza de uno. Significa confiar en nuestra inteligencia intuitiva, innata en la mente humana, del mismo modo que las leyes del cambio son innatas en todas las cosas que nos rodean.
Los actos del sabio taoísta, por tanto, nacen de su sabiduría intuitiva, de un modo espontáneo y en total armonía con su entorno. No necesita forzarse a sí mismo, ni a lo que le rodea, sino que simplemente adapta sus obras a los movimientos del Tao. En palabras de Huai Nan Tzu:

Quienes siguen el orden natural, fluyen en la corriente del Tao.14

14 J. Needham, Science and Civilisation in China (Cambridge University Press, Londres, 1956), vol. 11, pág. 88.

Esta forma de actuar es denominada en la fila taoísta wu-wei, término que literalmente significa "no acción", y que Joseph Needham traduce como "abstenerse de toda actividad que vaya contra la naturaleza", justificando su interpretación con una cita de Chuang-Tzu:

La no-acción no significa no hacer nada y guardar silencio. Permitamos que todo haga lo que hace natural-mente, a fin de que satisfaga su naturaleza.15

15 Ibidd., págs. 68-69.

Si nos abstenemos de actuar en contra de la naturaleza o, como dice Needharn, de "ir contra las cosas", nos hallaremos en armonía con el Tao y de este modo nuestros actos triunfarán. Este es el significado de las palabras aparentemente absurdas de Lao Tse: "mediante la no acción todo puede hacerse".16

16 Lao Tzu, ob. cit., cap. 48. 17.- Lao Tzu, ob. cit., caps. 1, 2.

El contraste entre fin y yang no sólo constituye el principio básico de la cultura china, sino que también se refleja_ en las dos tendencias dominantes del pensamiento chino. El confucionismo era racional, masculino, activo y dominante. El taoísmo, sin embargo, resaltaba todo aquello que fuese intui-tivo, femenino, místico y flexible. "Es mejor no saber que se sabe" y "el sabio lleva sus asuntos sin acción y da sus enseñan-zas sin palabras"", dice Lao Tse. Los taoístas pensaban que exteriorizando lo femenino, las cualidades más tiernas de la naturaleza humana, era más fácil llevar una vida perfectamente equilibrada y en armonía con el Tao. Esta idea queda resumida en un pasaje de Chuang-Tzu que describe una espe-cie de paraíso taoísta:

El hombre de la antigüedad, cuando todavía no se había desarrollado la condición caótica, compartía la pláci-da tranquilidad del mundo entero. En aquel tiempo el yin y el yang estaban en armonía y calma; su descanso y su movimiento discurrían sin ser alterados; las cua-tro estaciones tenían sus épocas definidas; nada reci-bía daño alguno, y ningún ser humano llegaba a un final prematuro. Los hombres poseían la facultad del cono-cimiento, pero no tenían ocasión de emplearlo. Era el estado de unidad perfecta. En aquel tiempo, no existía la acción por parte de nadie, sino que todo era una manifestación constante de la espontaneidad.18

18 Chuang Tzu, oh. cit., cap. 16.

Extraído de: El Tao de la Física - Fritjof Capra