lunes, 16 de abril de 2012

René Guénon: El Demiurgo

René Guénon
René Guénon fue un matemático, filósofo y metafísico francés, muy conocido por su esfuerzo en pro de la conservación y divulgación de la Tradición Espiritual. Gran estudioso de las doctrinas orientales, especialmente de la India, se procupó por introducirlas en Occidente desde una inteligencia preclara y con indudable maestría. En esta traducción del primer capítulo de su obra vemos el impresionante parecido que hay entre la doctrina oriental y el mundo que nos revela la ciencia a través de la física cuántica. Temas como la realidad mas profunda de David Bohm se ven reflejados en conceptos como la "Verdad Total", y en conjunto sus reflexiones constituyen un excelente relato de lo que puede haber sido la creación de nuestro mundo físico. Una lectura muy recomendable.

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Hay unos cuantos problemas que constantemente han preocupado a los hombres, pero el que se ha presentado generalmente como más difícil de resolver es el del origen del Mal, con el que han topado, como si fuera un obstáculo infranqueable, la mayoría de los filósofos y sobre todo los teólogos: "Si Deus est, unde Malum? Si non est, unde Bonum?" ( 1 ). Este dilema es, en efecto, insoluble para aquellos que consideran la Creación como la obra directa de Dios, y que, en consecuencia, están obligados a responsabilizarle del Bien y del Mal. Se dirá sin duda que esta responsabilidad es atenuada, en cierta medida, por la libertad de las criaturas; pero, si las criaturas pueden escoger entre el Bien y el Mal, es que uno y otro existían ya, al menos en principio; y si las criaturas son susceptibles de decidirse a veces en favor del Mal en lugar de hacerlo siempre hacia el Bien, es que son imperfectas. ¿Cómo entonces Dios, si es perfecto, ha podido crear seres imperfectos?

Es evidente que lo Perfecto no puede engendrar imperfección, ya que, si esto fuera posible, lo Perfecto debería contener en sí mismo lo imperfecto en estado principial, con lo que dejaría de ser lo Perfecto. Lo imperfecto no puede entonces proceder de lo Perfecto por vía de emanación; entonces no podría resultar más que de la creación "ex nihilo", ¿pero cómo admitir que algo pueda proceder de la nada, o, en otros términos, que pueda existir alguna cosa carente de principio? Por otra parte, admitir la creación "ex nihilo" sería admitir el aniquilamiento final de los seres creados, ya que lo que ha tenido un comienzo debe también tener un final, y no hay nada más ilógico que hablar de inmortalidad en tal hipótesis. Pero la creación así entendida es un absurdo, puesto que es contraria al principio de causalidad, que es innegable para todo hombre sincero y medianamente razonable, con lo que podemos decir al igual que Lucrecio: "Ex nihilo nihil, ad nihilum nihil posse reverti." ( 2 )

No puede haber nada que carezca de principio; pero ¿cuál es este principio?, y, en realidad ¿no hay más que un Principio único de todas las cosas? Si se considera el Universo total, es evidente que contiene todas las cosas, puesto que todas las partes están contenidas en el Todo. Por otro lado, el Todo es necesariamente ilimitado, ya que, si tuviera un límite, lo que hubiera más allá de este límite no estaría comprendido por el Todo, siendo esta suposición completamente absurda. Lo que carece de límite puede ser llamado Infinito, y como lo contiene todo, es el principio de todas las cosas. Por otra parte el Infinito es necesariamente "uno", porque dos Infinitos que no fueran idénticos se excluirían el uno al otro; resultando de esto que no hay más que un Principio único de todas las cosas, y este Principio es lo Perfecto, pues el Infinito sólo puede ser tal si es lo Perfecto.

Así lo Perfecto es el Principio supremo, la Causa primera, que contiene todas las cosas y las ha producido todas; pero entonces, puesto que no hay más que un Principio único, ¿de dónde salen todas las oposiciones que normalmente se consideran en el Universo: el Ser y el No-Ser, el Espíritu y la Materia, el Bien y el Mal? Nos encontramos aquí con la misma pregunta del comienzo, y ahora podemos formularla de una manera más general: ¿cómo ha podido la Unidad producir la Dualidad?

Algunos han creído que debían admitir dos principios distintos, opuestos el uno al otro, pero esta hipótesis está descartada por lo dicho anteriormente. En efecto, estos dos principios no pueden ser ambos infinitos, pues entonces se excluirían o se confundirían; si sólo uno fuera infinito, éste sería el principio del otro; y, si ambos fueran finitos, no serían verdaderos principios, ya que decir que aquello que es finito puede existir por sí mismo, es admitir que algo puede salir de la nada, puesto que todo lo finito tiene un principio lógico si no cronológico. En este último caso, en consecuencia, uno y otro, siendo finitos, deben proceder de un principio común, que es infinito, lo que nos vuelve a llevar a la consideración de un Principio único. Además, muchas doctrinas que observamos como dualistas, no lo son más que en apariencia; en el Maniqueísmo, como en la religión de Zoroastro, el dualismo no es más que una doctrina puramente exotérica, cubriendo una verdadera doctrina esotérica de la Unidad: Ormuz y Ahrimán son los dos engendrados por Zervané-Akérêné, y deben fundirse con él al final de los tiempos.

La Dualidad es entonces necesariamente producida por la Unidad, puesto que no puede existir por sí misma; ¿pero cómo puede ser producida? Para comprenderlo debemos considerar primeramente a la Dualidad bajo su aspecto menos particular, que es la oposición del Ser y del No-Ser; por otra parte, puesto que uno y otro están forzosamente contenidos en la Perfección total, es evidente, en principio, que esta oposición no puede ser más que aparente. Entonces valdría más hablar únicamente de distinción; pero ¿en qué consiste esa distinción?, ¿existe, en realidad, independientemente de nosotros, o no será simplemente más que el resultado de nuestra forma de ver las cosas?

Si por No-Ser no entendemos más que la pura nada, es inútil seguir hablando, pues ¿qué podemos decir de aquello que no es nada? Pero otra cosa distinta sería considerar al No-Ser como posibilidad de ser; con lo que el Ser sería la manifestación del No-Ser y, entendido de este modo, el Ser estaría contenido en estado potencial en el No-Ser. La relación entre el No-Ser y el Ser es entonces la relación entre lo no-manifestado y lo manifestado, y podemos decir que lo no-manifestado es superior a lo manifestado, puesto que es su principio, ya que contiene en potencia todo lo manifestado más lo que no es, ni jamás ha sido, ni jamás será manifestado. Al mismo tiempo, vemos aquí la imposibilidad de hablar de una distinción real, ya que lo manifestado está contenido en principio en lo no- manifestado; sin embargo no podemos concebir lo no-manifestado directamente, sino únicamente a través de lo manifestado. Esta distinción existe pues para nosotros y sólo para nosotros.

Si es así concebida la Dualidad en cuanto a la distinción entre Ser y No-Ser, con mayor razón debe serlo igualmente en sus demás aspectos. Con esto vemos el carácter ilusorio de la distinción entre Espíritu y Materia, sobre la que se han edificado -sobre todo en los tiempos modernos- gran cantidad de sistemas filosóficos, como si se tratara de una base inquebrantable; y desapareciendo esta distinción, de tales sistemas no queda nada. Además, podemos resaltar de paso que la Dualidad no puede existir sin el Ternario, ya que si el Principio supremo, al diferenciarse, da nacimiento a dos elementos -que por otra parte sólo son distintos en tanto nosotros los consideremos como tales-, éstos y su Principio común forman un Ternario. Y de tal forma esto es así que, en realidad, es el Ternario y no el Binario lo que es inmediatamente producido por la primera diferenciación de la Unidad primordial.

Volvamos ahora a la distinción entre el Bien y el Mal, que no es en sí, más que un aspecto particular de la Dualidad. Cuando oponemos Bien y Mal, consideramos generalmente el Bien como Perfección o, al menos, en un grado inferior, como una tendencia a la Perfección, con lo que el Mal no es otra cosa que lo imperfecto. Pero ¿cómo lo imperfecto podría oponerse a lo Perfecto? Hemos visto que lo Perfecto es el Principio de todas las cosas, y que, por otra parte, no puede producir lo imperfecto; de lo que resulta que lo imperfecto no existe, o que, al menos, lo imperfecto sólo puede existir como elemento constitutivo de la Perfección total, y, siendo así, no puede ser realmente imperfecto, y lo que llamamos imperfección no es más que relatividad. Así, lo que llamamos error es verdad relativa, ya que todos los errores deben ser comprehendidos en la Verdad total, sin lo que ésta, estando limitada por algo que estaría fuera de ella, no sería perfecta, lo que equivale a decir que no sería la Verdad. Los errores, o, mejor dicho, las verdades relativas, no son sino fragmentos de la Verdad total; es pues la fragmentación la que produce la relatividad, y en consecuencia, podríamos decir que, si relatividad fuera realmente sinónimo de imperfección, podría considerarse como causa del Mal. Pero el Mal sólo es tal cuando se lo distingue del Bien.

Si llamamos Bien a lo Perfecto, realmente lo relativo no es algo distinto, ya que en principio está contenido en El; entonces, desde el punto de vista universal, el Mal no existe. Existirá únicamente si consideramos las cosas bajo un aspecto fragmentario y analítico, separándolas de su Principio común, en lugar de considerarlas sintéticamente como contenidas en este Principio, que es la Perfección. Así es creado lo imperfecto; el Mal y el Bien son creados al distinguirlos el uno del otro, y, si no hay Mal, no hay motivo para referirse al Bien en el sentido ordinario de esta palabra, sino únicamente a la Perfección. Es pues la fatal ilusión del Dualismo la que realiza el Bien y el Mal, y que, considerando las cosas bajo un punto de vista particularizado, sustituye a la Unidad por la Multiplicidad, y encierra así a los seres sobre los cuales ejerce su poder en el dominio de la confusión y de la división. Este dominio es el Imperio del Demiurgo.

II

Lo que hemos dicho respecto la distinción del Bien y el Mal permite comprender el símbolo del Pecado original, al menos en la medida en que estas cosas pueden llegar a expresarse. La fragmentación de la Verdad total, o del Verbo -pues son lo mismo en el fondo-, produce la relatividad y es idéntica a la segmentación del Adam Kadmon, cuyas partes separadas constituyen al Adam Protoplastas, el primer formador. La causa de esta segmentación es Nahash, el Egoísmo o el deseo de la existencia individual. Este Nahash no es algo externo al hombre, sino que está en él, primero en estado potencial, y sólo deviene externo en la medida en que el hombre mismo lo exterioriza. Este instinto de separatividad, por su naturaleza, que es provocar la división, empuja al hombre a probar el fruto del Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal, es decir, a crear la distinción entre Bien y Mal. Entonces sus ojos se abren, pues aquello que le era interior se ha convertido en exterior, a consecuencia de la separación que se ha producido entre los seres. Estos están ahora revestidos de formas, que limitan y definen su existencia individual, y así el hombre se ha convertido en el primer formador. Pero en lo sucesivo, también él se encuentra sometido a las condiciones de esta existencia individual, está revestido de una forma, o, siguiendo la expresión bíblica, de una túnica de piel, y está encerrado en el dominio del Bien y del Mal, en el Imperio del Demiurgo.

A través de esta exposición abreviada y muy incompleta, vemos que el Demiurgo no es en realidad una potencia externa al hombre; en principio no es más que la voluntad del hombre en tanto realiza la distinción entre Bien y Mal. Pero seguidamente el hombre, limitado como ser individual por esa voluntad que es la suya propia, la considera como algo externo a él, y así deviene distinta de él. Además, como dicha voluntad se opone a los esfuerzos necesarios para salir del dominio en que él mismo se ha encerrado, la ve como una potencia hostil, y la denomina Satán o el Adversario. Remarquemos que este Adversario, que hemos creado nosotros mismos y que creamos a cada instante -ya que esto no debe considerarse como algo que ocurrió en un tiempo determinado-, no es malo en sí mismo, sino que constituye únicamente el conjunto de todo lo que nos es contrario.


Desde un punto de vista más general, el Demiurgo, convertido en una potencia distinta y considerado como tal, es el Príncipe de este Mundo del cual se habla en el Evangelio de Juan. No es, propiamente hablando, ni bueno ni malo, más bien es lo uno y lo otro, puesto que contiene en sí mismo el Bien y el Mal. Se considera su dominio como el Mundo inferior, en oposición al Mundo superior o Universo principial del que ha sido separado. Pero hay que tener en cuenta que esta separación jamás es absolutamente real, sólo lo es en la medida en que la realizamos, pues este Mundo inferior está contenido, en estado potencial, en el Universo principial, y es evidente que ninguna parte puede realmente salir del Todo. Por otra parte, esto es lo que impide que la caída continúe indefinidamente; pero esto no es sino una expresión totalmente simbólica, y la profundidad de la caída mide simplemente el grado de separación realizada. Con esta restricción el Demiurgo se opone al Adam Kadmon o a la Humanidad principial, -manifestación del Verbo-, pero solamente como un reflejo, ya que no es una emanación, y no existe por sí mismo; eso es lo que está representado por la figura de los dos ancianos del Zohar, y también por los dos triángulos opuestos del Sello de Salomón.

Esto nos lleva a considerar al Demiurgo como un reflejo tenebroso e invertido del Ser, ya que en realidad no puede ser otra cosa. Por tanto no es un ser; pero después de lo dicho, puede considerarse como la colectividad de los seres en la medida en que son distintos, o si se prefiere, en tanto tienen una existencia individual. Somos seres distintos en tanto que creamos nosotros mismos la distinción, que sólo existe en la medida en que la creamos; y en tanto que lo hacemos somos elementos del Demiurgo, y, como seres distintos, pertenecemos al dominio de este Demiurgo, que es lo que se conoce como la Creación.

Todos los elementos de la Creación, es decir las criaturas, están pues contenidas en el Demiurgo, y en efecto, sólo las puede extraer de sí mismo puesto que la creación ex nihilo es imposible. Considerado como Creador, el Demiurgo produce primero la división, y no es realmente distinto de ella, ya que sólo existe en tanto que la división misma existe; después, como la división es la fuente de la existencia individual y ésta viene definida por la forma, el Demiurgo debe ser considerado como formador y entonces es idéntico al Adam Protoplastas, tal como hemos visto. Podemos decir también que el Demiurgo crea la Materia, entendiendo por esta palabra el caos primordial que es la reserva común de todas las formas; después organiza esta Materia caótica y tenebrosa donde reina la confusión, haciendo surgir de ella las múltiples formas cuyo conjunto constituye la Creación.

¿Debemos decir entonces que esta Creación es imperfecta?, seguramente no se la puede considerar como perfecta; pero, desde el punto de vista Universal, no es más que uno de los elementos constitutivos de la Perfección total. Sólo es imperfecta cuando la consideramos analíticamente, como separada de su Principio, y lo es en la misma medida que constituye el dominio del Demiurgo. Pero, si lo imperfecto sólo es un elemento de lo Perfecto, no es verdaderamente imperfecto, y de ahí resulta que en realidad el Demiurgo y su dominio no existen desde el punto de vista universal, al igual que la distinción entre Bien y Mal. Igualmente resulta que, desde el mismo punto de vista, la Materia no existe: la apariencia material es una ilusión, de donde no hay que sacar la conclusión de que los seres que tienen esta apariencia no existan, pues sería caer en otra ilusión: la de un idealismo exagerado y mal entendido.

Si la Materia no existe, la distinción entre Espíritu y Materia desaparece; en realidad todo debe ser Espíritu, pero entendiendo esta palabra en un sentido bien diferente del que le han atribuido la mayor parte de los filósofos modernos. Estos, en efecto, oponiendo el Espíritu a la Materia, no lo consideran como independiente de toda forma, con lo que podríamos preguntarnos en qué se diferencia de la Materia. Si afirmamos que es inextenso, mientras que la Materia es extensa ¿cómo es que lo inextenso puede estar revestido de una forma?. Por otra parte, ¿por qué definir el Espíritu?, ya sea con el pensamiento o de otra manera, es siempre a través de una forma como se lo quiere definir, y entonces ya no es Espíritu. En realidad el Espíritu universal es el Ser, y no tal o cual ser particular; es el Principio de todos los seres, y así los contiene a todos. Por eso todo es Espíritu.

Cuando el hombre alcanza el conocimiento real de esta verdad, se identifica e identifica todas las cosas con el Espíritu universal. Entonces para él toda distinción desaparece, de tal forma que contempla todas las cosas como estando en él mismo y no como exteriores a él, pues la ilusión se desvanece ante la Verdad como la sombra ante el sol. Así, por ese mismo conocimiento, el hombre es liberado de las ataduras de la Materia y de la existencia individual, ya no está sometido al dominio del Príncipe de este Mundo, ya no pertenece al Imperio del Demiurgo.

III

De lo que precede resulta que el hombre puede, desde su existencia terrestre, liberarse del dominio del Demiurgo o del Mundo hylico, y que esta liberación se opera por la Gnosis, es decir por el Conocimiento integral. Señalemos que este Conocimiento nada tiene en común con la ciencia analítica y no la supone de ningún modo. Es una ilusión muy extendida en nuestros días creer que no se puede llegar a la síntesis total más que a través del análisis; al contrario, la ciencia ordinaria es totalmente relativa y, limitada al Mundo hylico, tiene la misma existencia que éste desde el punto de vista universal.

Por otra parte, debemos indicar también que los diferentes Mundos, o, según la expresión generalmente admitida, los diversos planos del Universo no son lugares o regiones, sino modalidades de la existencia o estados del ser. Esto permite comprender cómo un hombre viviendo en la tierra puede pertenecer en realidad, ya no al Mundo hylico, sino al Mundo psíquico o incluso al Mundo pneumático. Es lo que constituye el segundo nacimiento. Sin embargo, propiamente hablando, éste no es más que el nacimiento al Mundo psíquico, por el cual el hombre se hace consciente de los dos planos, pero sin alcanzar todavía el Mundo pneumático, es decir sin identificarse con el Espíritu universal. Esta identificación sólo es alcanzada por aquel que posee íntegramente el triple Conocimiento, por el cual es liberado para siempre de los nacimientos mortales; es lo que se expresa diciendo que solamente los Pneumáticos son salvados. El estado de los psíquicos no es más que un estado transitorio; es el del ser que ya está preparado para recibir la Luz, pero que todavía no la percibe, que no ha tomado consciencia de la Verdad una e inmutable.

Cuando hablamos de nacimientos mortales, entendemos las modificaciones del ser, su paso a través de las formas múltiples y cambiantes; no habiendo en ello nada que se parezca a la doctrina de la reencarnación tal como la admiten los espiritistas y los teosofistas, doctrina que algún día tendremos la ocasión de explicar. El Pneumático está liberado de los nacimientos mortales, es decir está liberado de la forma, por lo tanto del Mundo demiúrgico; ya no está sometido al cambio y, en consecuencia, carece de acción; siendo este un punto sobre el que hablaremos más adelante. El Psíquico, por el contrario, no sobrepasa el mundo de la Formación, que es designado simbólicamente como el primer Cielo o la esfera de la Luna; de allí regresa al Mundo terrestre, lo que no significa que tome un nuevo cuerpo en la Tierra, sino simplemente que debe revestirse de nuevas formas, sean cuales fueren, antes de obtener la liberación.

Lo que acabamos de exponer muestra el acuerdo -podríamos incluso decir la identidad real, a pesar de ciertas diferencias en la expresión- de la doctrina gnóstica con las doctrinas orientales y más particularmente con el Vedanta, el más ortodoxo de todos los sistemas metafísicos fundados en el Brahmanismo. Es por este motivo que podemos completar lo dicho anteriormente respecto a los diversos estados del ser, reproduciendo algunas citas del Tratado del Conocimiento del Espíritu de Sankarâchârya.

"No hay otro medio de obtener la liberación completa y final que el Conocimiento; es el único instrumento que desata los lazos de las pasiones; sin el Conocimiento no se puede obtener la Beatitud."

"La acción, no oponiéndose a la ignorancia, no la puede alejar; pero el Conocimiento disipa la ignorancia, como la Luz disipa las tinieblas."

La ignorancia es aquí el estado del ser envuelto en las tinieblas del Mundo hylico, atado a la apariencia ilusoria de la Materia y a las distinciones individuales; mediante el Conocimiento -que no pertenece al dominio de la acción, sino que le es superior- todas las ilusiones desaparecen, tal como hemos dicho anteriormente.

"Cuando la ignorancia que nace de los afectos terrestres es alejada, el Espíritu, por su propio esplendor, brilla a lo lejos en un estado indiviso, como el Sol difunde su claridad cuando las nubes se dispersan."

Pero, antes de llegar a este grado, el ser pasa por un estado intermedio, el que corresponde al Mundo psíquico; entonces cree ser, ya no el cuerpo material, sino el alma individual, puesto que para él no ha desaparecido toda distinción, porque todavía no ha salido del dominio del Demiurgo.

"Imaginándose que es el alma individual, el hombre se asusta, como alguien que toma por error un trozo de cuerda por una serpiente; pero su temor es alejado por la percepción de que él no es el alma, sino el Espíritu universal."

Quien ha tomado consciencia de los dos Mundos manifestados, es decir del Mundo hylico -conjunto de manifestaciones groseras o materiales-, y del Mundo psíquico, -conjunto de las manifestaciones sutiles-, es nacido dos veces, Dwidja; pero aquel que es consciente del Universo no manifestado o del Mundo sin forma, es decir del Mundo pneumático, y que ha llegado a la identificación de sí mismo con el Espíritu universal, Atmâ, éste y sólo éste puede ser llamado Yogui, que quiere decir unido al Espíritu universal.

"El Yogui, cuyo intelecto es perfecto, contempla todas las cosas como morando en él mismo, y así, por el ojo del Conocimiento, percibe que todo es Espíritu."

Notemos de paso que el Mundo hylico se compara al estado de vigilia, el Mundo psíquico al estado de sueño, y el Mundo pneumático al estado de sueño profundo. Debemos recordar a este propósito, que lo no-manifestado es superior a lo manifestado, por ser su principio. Por encima del Universo pneumático no hay más -según la doctrina gnóstica- que el Pleroma, que puede considerarse como constituido por el conjunto de los atributos de la Divinidad. No se trata de un cuarto mundo, sino del Espíritu universal mismo, Principio supremo de los Tres Mundos, ni manifestado ni no-manifestado, indefinible, inconcebible e incomprensible.

El Yogui o el Pneumático, ya que en el fondo es lo mismo, se percibe, no ya como una forma grosera ni como una forma sutil, sino como un ser sin forma; se identifica entonces con el Espíritu universal, y estos son los términos con que Sankarâchârya describe ese estado:

"Es Brahma, tras cuya posesión no hay nada que poseer; tras el gozo de su felicidad, ya no hay felicidad que pueda ser deseada; y tras la obtención de su conocimiento, ya no hay conocimiento que obtener."

"Es Brahma, el que una vez visto, no deja otro objeto que contemplar; habiéndose identificado con El, ya ningún nacimiento es experimentado; habiéndolo percibido, no hay nada más que percibir."

"Es Brahma, esparcido por todas partes, en todo: en el espacio medio, en lo que está por encima y lo que está por debajo; el verdadero, el viviente, el dichoso, sin dualidad, indivisible, eterno y uno."

"Es Brahma, sin tamaño, inextenso, increado, incorruptible, sin rostro, sin cualidades o características."

"Penetra él mismo su propia esencia eterna, y contempla el Mundo entero apareciendo como Brahma."

"Brahma no se parece en nada al Mundo, y fuera de Brahma no hay nada; todo lo que parece existir fuera de él es una ilusión."

"De todo lo que se ve, de todo lo que se oye, sólo existe Brahma, y por el conocimiento del principio, Brahma es contemplado como el Ser verdadero, viviente, feliz, sin dualidad."

"El ojo del Conocimiento contempla al Ser verdadero, viviente, feliz, que todo lo penetra; pero el ojo de la ignorancia no lo descubre, no lo percibe al igual que un hombre ciego no ve la luz."

"Cuando el Sol del Conocimiento espiritual se levanta en el cielo del corazón, expulsa las tinieblas, penetra todo, abarca todo e ilumina todo."

Observemos que el Brahma del que aquí se trata es el Brahma superior; hay que tener cuidado en distinguirlo del Brahma inferior, pues éste no es otra cosa que el Demiurgo, considerado como el reflejo del Ser. Para el Yogui, sólo hay el Brahma superior, que contiene todas las cosas, y fuera del cual no hay nada; el Demiurgo y su obra de división ya no existen.

"El que ha realizado el peregrinaje de su propio espíritu, un peregrinaje en el cual no hay nada que concierna a la situación, al lugar o al tiempo, que está en todo, en el que ni el calor ni el frío se experimentan, que constituye una felicidad perpetua y una liberación de toda penalidad; éste está por encima de la acción, conoce todas las cosas, y obtiene la eterna Beatitud."

IV

Después de haber caracterizado los tres Mundos y los estados del ser que les corresponden, y de haber indicado dentro de lo posible, en qué consiste la liberación de la dominación demiúrgica, debemos retomar todavía el tema de la distinción entre el Bien y el Mal, con el fin de sacar algunas consecuencias de lo expuesto anteriormente.

Para empezar, se podría estar tentado de decir lo siguiente: si la distinción entre el Bien y el Mal es ilusoria, si en realidad no existe, lo mismo debe suceder con la moral, pues es evidente que la moral está basada en esta distinción, a la que considera esencial. Esto sería ir demasiado lejos; la moral existe, pero en la misma medida que la distinción entre el Bien y el Mal, es decir para todo lo que pertenece al dominio del Demiurgo; desde el punto de vista universal, no tendría ninguna razón de ser. En efecto, la moral no puede aplicarse más que a la acción; la acción supone el cambio, y éste sólo es posible en lo formal o manifestado. El Mundo sin forma es inmutable, superior al cambio, por lo tanto a la acción, y es por lo que el Ser que ya no pertenece al Imperio del Demiurgo es no- actuante.

Esto indica que hay que tener mucho cuidado en no confundir los diversos planos del Universo, pues lo que se dice de uno podría no ser verdadero para el otro. Así, la moral existe necesariamente en el plano social, que es esencialmente el dominio de la acción; pero no cuando se considera el plano metafísico o universal, puesto que entonces ya no hay acción.

Establecido este punto, debemos señalar que el ser superior a la acción posee sin embargo la plenitud de la actividad; pero es una actividad potencial, una actividad no actuante. Este ser no es inmóvil - como se podría decir equivocadamente-, sino inmutable, es decir superior al cambio. En efecto, se identifica con el Ser que siempre es idéntico a sí mismo: según la fórmula bíblica "el Ser es el Ser." Esto está relacionado con la doctrina taoísta, según la cual la Actividad del Cielo es no actuante. El Sabio, en quien se refleja la Actividad del Cielo observa el no actuar. Sin embargo, este Sabio -que hemos designado como el Pneumático o el Yogui- puede actuar aparentemente, como la Luna parece que se mueve cuando las nubes pasan delante de ella; pero el viento que aparta las nubes no tiene influencia sobre la Luna. Igualmente la agitación del Mundo demiúrgico no tiene influencia sobre el Pneumático; y a este respecto podemos citar lo que dice Sankarâchârya.

"El Yogui, habiendo atravesado el mar de las pasiones, está unido a la Tranquilidad y se regocija en el Espíritu."

"Habiendo renunciado a los placeres que nacen de los objetos externos perecederos, y gozando de las delicias espirituales, está en calma y sereno como la llama bajo un apagavelas, y se alegra en su propia esencia."

"Durante su residencia en el cuerpo, no es afectado por sus propiedades, como el firmamento no es afectado por lo que flota en su seno; conociendo todas las cosas permanece no afectado por las contingencias."

A partir de ahí podemos comprender el verdadero sentido de la palabra Nirvana, de la cual se han dado tantas falsas interpretaciones; esta palabra significa literalmente "extinción del soplo o de la agitación", o sea el estado de un ser que ya no está sometido a ninguna agitación, que está definitivamente liberado de la forma. Es un error muy extendido, al menos en Occidente, creer que no hay nada cuando no hay forma, cuando en realidad es la forma lo que no es nada y lo informal lo es todo. Así, el Nirvana, muy lejos de ser el aniquilamiento como han pretendido algunos filósofos, es por el contrario la plenitud del Ser.

De todo lo que precede, podríamos sacar la conclusión que no hay que actuar; pero sería inexacto, sino en principio, al menos en la aplicación que quisiéramos hacer. En efecto, la acción es la condición de los seres individuales, pertenecientes al Imperio del Demiurgo; en el Pneumático o el Sabio en realidad no hay acción, pero en tanto que reside en un cuerpo, tiene las apariencias de la acción; exteriormente, es en todo parecido a los demás hombres, pero sabe que no es más que una apariencia ilusoria, y esto es suficiente para que esté liberado de la acción, puesto que es a través del Conocimiento como se obtiene la liberación. Por eso mismo, el que está liberado de la acción ya no está sujeto al sufrimiento, ya que el sufrimiento es un resultado del esfuerzo, por tanto de la acción, y esto es en lo que consiste lo que llamamos la imperfección, aunque en realidad no haya nada imperfecto.

Es evidente que la acción no puede existir para aquel que contempla todas las cosas en sí mismo como existiendo en el Espíritu universal, sin ninguna distinción de objetos individuales, tal como expresan estas palabras de los Vedas: "Los objetos difieren simplemente en designación, accidente y nombre, como los utensilios terrestres reciben diferentes nombres, aunque solamente sean diferentes formas de tierra." La tierra, principio de todas esas formas, es en sí misma sin forma, pero las contiene a todas en potencia; tal es también el Espíritu universal.

La acción implica cambio, es decir la destrucción incesante de formas que desaparecen para ser reemplazadas por otras; son las modificaciones que llamamos nacimiento y muerte, los múltiples cambios de estado que debe atravesar el ser que todavía no ha alcanzado la liberación o la transformación final, empleando esta palabra transformación en su sentido etimológico, que es el de pasaje fuera de la forma. El apego a las cosas individuales, o a las formas esencialmente transitorias y perecederas, es propio de la ignorancia; las formas no son nada para el ser que se ha liberado de ellas, y por eso, incluso durante su residencia en el cuerpo, no le afectan en nada sus propiedades.

"Así se mueve libre como el viento, pues sus movimientos no están afectados por las pasiones."

"Cuando las formas son destruidas, el Yogui y todos los seres entran en la esencia que todo lo penetra."

"Es sin cualidades y sin acción, imperecedero, sin volición; feliz, inmutable, sin rostro; eternamente libre y puro."

"Es como el éter, expandido por todas partes, y que penetra al mismo tiempo el exterior y el interior de las cosas; es incorruptible, imperecedero; es el mismo en todas las cosas, puro, impasible, sin forma, inmutable."

"Es el gran Brahma, que es eterno, puro, libre, uno, incesantemente feliz, no dual, existente, perceptivo y sin fin."

Tal es el estado al que llega el ser por el Conocimiento espiritual; así es liberado para siempre jamás de las condiciones de la existencia individual, liberado del Imperio del Demiurgo. Traducción: Antonio Guri y P. Vela

NOTAS

* Reproducimos aquí el texto que, creemos, ha sido el primero, sino en ser redactado, sí al menos publicado por René Guénon. Apareció en el primer número de la revista La Gnose, que data de Noviembre de 1909. (Nota de Roger Maridort, que preparó la edición de Mélanges.) (R)

1 ¿Si Dios es, entonces de dónde el Mal, si no es, entonces de dónde el Bien?". (N.deT.) (R)

2 "De la nada, nada surge; y a la nada, nada puede retornar". (N. de T.) (R)

Extraido de http://symbolos.com/s8rguen.htm

lunes, 2 de abril de 2012

El poder de la palabra: Como se debe orar?

Conjuro, oración, programación neurolingüística… Ayer y hoy, la palabra y el pensamiento son valorados como poderosos instrumentos de transformación. La física cuántica demuestra día tras día que nuestra realidad se modifica al tiempo que programamos nuestro cerebro en planteamientos y expresiones positivas.


Programación Neurolinguistica
 La palabra ha sido reverenciada en todos las culturas. Tanto es así que no existe una sola civilización en la que no haya una bella leyenda sobre su aparición. Así lo relatan los dogones, tribu africana aislada durante siglos en la frontera de Malí y Burkina Fasso: “el Séptimo recibió pues el conocimiento de un verbo, no ya reservado a unos pocos, sino destinado a la totalidad de los hombres…

De esta manera podría aportar un progreso al mundo” –del libro de Marcel Griaule Dios de agua–. Al otro lado del planeta, en los círculos de danzas sagradas aztecas, los participantes se pasan la palabra con la expresión “El es Dios”. La “Palabra”, entendida como mensaje de Dios, se convirtió en la base de la religión y la magia transmitida por sacerdotes y magos . “Palabra de Dios: alabemos al Señor”, se dice en la santa misa.

Ha sido y es, por tanto, el medio para realizar los mayores encantamientos: el conjuro y la oración… Lo sorprendente es que los últimos descubrimientos de la física cuántica repiten casi mágicamente gran parte de la sabiduría tenida como esotérica durante largo tiempo: el pensamiento, a través de la palabra, es creador, es decir, es capaz de alterar la realidad…

En un conocido experimento conocido como “De los dos agujeros”, se comprobó que los deseos y las espectativas del científico influían en los resultados del mismo.

En concreto, el profesor Anton Zeillinger, de la Universidad de Viena, testificó que los átomos de la molécula de fullerano –estructura atómica que tiene 60 átomos de carbón (C60) descubierta en 1985– eran capaces de pasar por dos agujeros simultáneamente, experimento que ha sido repetido con éxito en gran número de ocasiones y que convirtió la teoría de los “universos paralelos”, propuesta en su día por el médico de la Universidad de Princeton, Hugh Everett, en un asunto de la física, bajo el nombre de “superposición cuántica”. La idea es que la realidad es un número “n” de ondas que conviven en el espacio–tiempo como posibilidades.

El efecto 'Isaías'

Cuevas de Qumran
Simultáneamente, pero en otro campo del saber tan alejado como la arqueología, la interpretación de los manuscritos del mar de Muerto, hallados a mediados del siglo XX en las cuevas de Qumran, ha venido a demostrar que los esenios, los “cristianos” originarios, tenían una manera diferente de orar a la actual.

El investigador Greg Braden fue quien llamó “Efecto Isaías” a la manera de orar de los esenios, en referencia a uno de los rollos, atribuido a este profeta, el único que fue hallado intacto. En su libro El efecto Isaías: Decodificando la pérdida ciencia de la oración y la plegaria, Braden afirma que la manera de orar de los esenios era muy diferente a la que los cristianos posteriores adoptarían.

En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido y realizado, una técnica muy utilizada actualmente en el ámbito del deporte de alta competición. Esta regla, utilizada por la moderna PNL –Programación Neuroligüística–, recurre al presente, y no el futuro, cuando se pretende conseguir algo, como si ya se hubiera cumplido, como si fuera realidad. Sin embargo, si nos atenemos a este conjuro recogido por Martín Sevilla, procedente del Atharveda III,23, ya era conocida por las hechiceras de la antigua India.

Este hechizo combatía la esterilidad: “Por lo que has resultado estéril/ eso hacemos desaparecer de ti/ eso ahora muy lejos de ti/ en otra parte lo dejamos/ Te hago capaz de tener hijos/ a tu matriz venga un niño/ consigue tú un hijo, mujer/ que te haga feliz/ y házle feliz tú a él”. Algunos terapeutas de la Nueva Era, corriente espiritual ligada a la física cuántica, están empleando hoy esta técnica para curar enfermedades, visualizando el sistema inmunológico, luchando, por ejemplo contra el cáncer. De momento, los resultados son, cuando menos, dudosos.

No así, en el caso del fortalecimiento del sistema inmunológico o la respuesta al dolor, en donde sí se han obtenido resultados positivos. En un estudio dirigido por Richard Davison, de la Universidad de Wisconsin, y el experto en budismo y meditación, John Kabat Zinn, se inyectaron vacunas para la gripe a un grupo de meditadores recién entrenados y a otro de no meditadores.

Seguidamente, se midieron los niveles de anticuerpos en su sangre y sus actividades cerebrales para ver qué medida de la actividad mental se desplazaba del hemisferio derecho al izquierdo. El resultado fue que los meditadores no sólo tenían mayor cantidad de anticuerpos, tanto a las cuatro como a las ocho semanas después de inocular la vacuna, sino que, además, las personas cuya actividad experimentaba mayor desplazamiento de uno a otro hemisferio, habían creado más defensas. Kabat-Zinn propone que cuanto mejor sea la práctica de la técnica de meditación, su sistema inmune será más saludable.

La teoría, extraída de los experimentos de la física cuántica es que cuando enfocamos nuestra mente en una de esas opciones, la hacemos real. Y al expresarla por medio del verbo, de la palabra, al exteriorizarla en suma, ese pensamiento toma fuerza. Allí reside parte del poder del tradicional conjuro, algo que se utiliza en psicología deportiva: los corrillos de los jugadores de baloncesto o los ya clásicos All Blacks neozelandeses en el rugby ponen en marcha ese mecanismo antes de jugar, la creación a través del sentimiento.

Antiguos Esenios
Según Braden, los antiguos esenios usaron las cualidades del pensamiento, de la emoción y el sentimiento para describir cómo experimentamos la vida en este mundo. Los psicólogos y místicos ligados a la cuántica afirman hoy que la emoción es el sistema energético que nos hace avanzar cada día a través del deseo; el sistema de energía no tiene un direccionamiento hasta que se encauza mediante el pensamiento.

Éste traduce el deseo en acción, ya sea del tipo negativo –“no soy capaz de hacerlo”, “va a salir mal”–, como positivo –“me lo merezco”, “soy capaz”–. Cuando el pensamiento adquiere emoción se convierte en sentimiento. La moderna física cuántica afirma que el sentimiento nos lleva a otro universo paralelo, a otra realidad tanto para lo bueno –optimismo– como para lo malo –pesimismo–.

Los tibetanos también han utilizado los cánticos y los mudras en sus plegarias para entrar en el sentimiento correcto antes de orar, eso sí, en el momento de la plegaria no exteriorizan ese estado; ha de ser interior, parecida técnica a la usada por los monjes cristianos. En otras religiones, sin embargo, como las africanas umbanda, candomblé o santería, en las que los iniciados son poseídos por espíritus o en las sectas evangélicas, ese sentimiento sí es expresado de manera desbocada.

Según las teorías que estamos viendo, estarían en un nivel inferior en cuanto a su actividad, moviéndose más en la emoción que en el sentimiento. La PNL abunda en este mismo protocolo, afirmando que “con el lenguaje construimos nuestra realidad, al igual que con los programas mentales, con los cuales elaboramos nuestras estrategias y secuencias internas al llevar a cabo una tarea, operando de manera similar a un ordenador”.

Martina Navratilova
El psicólogo Jim Loehr fue uno de los primeros en utilizar algunas de estas técnicas en el mundo del deporte profesional. Concretamente, son famosos los vuelcos que experimentaron en sus carreras tenistas como Ivan Lendl, Jim Courier o Martina Navratilova, al pasar por sus manos. A través del fortalecimiento de su mente, de la repetición de una serie de movimientos rituales y de los gritos, tan usuales hoy en el mundo del tenis, conseguían mejores golpes a la pelota.

Ese chillido es casi calcado al kiai que emiten los karatekas antes de realizar algunas de sus proezas, como partir bloques de ladrillos. Eduardo Padierna, cinturón negro de kárate, explica que el kiai “se utiliza para llevar la energía desde la base del estómago, el tercer chakra, enfocándola en el punto donde se está dando el golpe, a la vez que se suelta el aire.

Digamos que intensifica un golpe final al aumentar tanto la energía que se canaliza como la concentración”. Las religiones orientales, de las que bebe en gran parte la moderna psicología occidental a través de la gestalt y la psicología humanista, ya utilizaban hace milenios algunas de las técnicas hoy empleadas para mejorar el rendimiento. Entre ellas, el uso de un mantra o palabra repetida hasta que la mente quede embebida en el sonido, que produce un estado de fluidez, en el cual la creatividad fluye con facilidad.

Algunos de los mejores discos de los Beatles nacieron de sus viajes a la India para meditar con el Maharishi, del cual fueron devotos, sobre todo, Lennon y Harrison –a Ringo Starr le aburría soberanamente–. Así pues, el poder de la oración, como el del conjuro, pues ambas técnicas son resultado de la misma lógica interna, reside en que visualicemos que lo que pedimos se ha cumplido y, al mismo tiempo, inhalemos la emoción y el sentimiento para que “entre” en nuestra realidad, “incorporándola”.

Estos son algunos de los conocimientos que tenían –y tienen– logias como los masones y los rosacruces, ligadas a los movimientos gnósticos y herméticos cuyos orígenes se remontan a Oriente Medio y Egipto. Llevando más lejos este poder, desde hace décadas se han realizado diferentes experimentos utilizando la meditación para llevar la paz a áreas de conflicto sobre la base de un conocimiento ancestral.

El psicólogo estadounidense David Orme-Johnson, afirma que la tensión colectiva de una sociedad es la suma de las tensiones de cada uno de los individuos. Cuando ésta aumenta, la violencia de una población humana también lo hace, expresada en la forma de tensiones territoriales, odios étnicos, nacionalistas, etc. En este sentido, el experimento más polémico se realizó en el año 1993 en Washington DC, por aquel entonces sumido en una ola de violencia como nunca se había conocido.

Basándose en decenas de estudios previos, un artículo publicado en el Institute Social Research pronosticó que si se reunía un grupo de cuatro mil meditadores, los crímenes en la ciudad se reducirían aproximadamente en un 20%. Esta suposición se sostenía sobre la existencia de un campo de conciencia colectivo –o campo mórfico–, en el que muchas mentes unidad pueden influir. El escéptico jefe de policía de Washington respondió que eso sólo ocurriría si, en mitad del verano, acontecía una nevada de medio metro ya que, de este modo la gente no saldría de casa.

Las predicciones resultaron ser exactas, porque los crímenes, que incluían robos, asesinatos y violaciones, se redujeron en un 23%, siendo la probabilidad de que ello ocurriera de dos entre mil millones. Tras estos espectaculares resultados, el jefe de policía apoyó la investigación. David V. Edwards, profesor de gobierno en la Universidad de Austin (Texas) aseguró que “el impacto potencial de esta investigación excede a la de cualquier otro programa existente de investigacion científica, social o psicológico.

Ha superado una serie de pruebas estadísticas más amplias que la mayoría de las investigaciones científicas en el campo de la resolución del conflicto. La obra, y la teoría que la apoya, merecen la consideracion más seria por parte del mundo académico y de los creadores de la política social”.

El método científico empleado fue tal que los escépticos sólo pudieron aducir en su contra acerca de las suposiciones sobre los conceptos en los que se basaba. Robert D. Duval, profesor de ciencia política en la Universidad de Virginia Occidental, escribió en 1988 que “este artículo es de un valor dudoso para la investigacion científica de la política internacional porque sus principios básicos son sospechosos. Las suposiciones fundamentales de un ‘campo unificado’ y una ‘conciencia colectiva’ no existen dentro del paradigma bajo el cual la mayoría de nosotros opera”.

Meditación
Duval, sin embargo, admitió que “si aceptamos, solamente con el fin de discutirlo, que estos principios son razonables, entonces la investigación se conforma bastante bien a las normas científicas”. Actualmente, la defensa a través de la meditación se ha convertido en objeto de estudio en el campo ¡militar! La revista norteamericana Jane’s Defense Daily publicó, en su edición inglesa, varios anuncios en este sentido, y un representante de la misma llegó a afirmar que “a pesar de no haber tenido oportunidad de probarlos, los sistemas espirituales de defensa podrían ser la próxima generación de armas”.

El mayor Franklin M. Davis, practicante de la meditación trascendental, y anteriormente, comandante del ejército norteamericano, predijo en 1973 que el próximo siglo sería “el de la mente”, y que el programa de la meditación trascendental podría tener un lugar muy importante en esa época.

Extraído de: http://elmistico.com.ar/novedades/el_poder_dela_palabra.htm

viernes, 30 de marzo de 2012

La prospectiva como forma de anticipar el futuro

La prospectiva es conocida como el estudio del porvenir, es una disciplina que practica estudios sistemáticos sobre el futuro con el objeto de aportar datos en el proceso de toma de decisiones, intenta disminuir el margen de incertidumbre en el mediano y largo plazo ( Labbé 1983).

La Prospectiva es conocida como el estudio del futuro. Tiene su origen en la inseguridad que representa para el ser humano la incertidumbre de un porvenir que le es desconocido.

La prospectiva tiene como objeto generar insumos para el proceso de toma de decisiones, se distingue de la utopía y de la ciencia ficción por encarar el futuro como devenir es decir como proceso histórico.

Para Arocena se distingue de la adivinación, de la profecía y de la futurología porque no hace predicciones, sino que hace previsiones, conjeturas.

A partir de la segunda guerra mundial la prospectiva sufre un fuerte impulso y desarrollo por el mundo, Francia es uno de los países donde tiene mayor proyección, es allí que Bertrand de Jouvenel (Politólogo y Filósofo) funda la revista “Futuribles” y escribe su famoso libro “De la Conjetura” .

En los años 60 EEUU y Gran Bretaña se integran a esta disciplina y empiezan a hablar de pronósticos “Forecasting”. En EEUU los partidos Demócrata y Republicano fundan distintos institutos (“think-tank”) vinculados a la prospectiva . Italia ha hecho también aportes importantes (“Pensare il Futuro”) en esta materia.

Los años 70 fueron muy importantes para la prospectiva, se funda el club de Roma (red de estudiosos interdisciplinarios, economistas, historiadores, politólogos etc.) para prever el futuro y hacer estudios de anticipación. Hizo grandes informes mundiales de mediano plazo, construyó modelos de sociedades , el primer informe anunció el agotamiento de los recursos del planeta , el segundo recomendó cuidar el medio ambiente y hacer desarrollo sustentable.

Para hacer un estudio prospectivo hay que definir previamente algunas condiciones:

 1) Focalizar y fijar el tema sobre el cual vamos a trabajar. No se puede hacer prospectiva sobre un proceso difuso, hay que delimitar el tema.

2) Debemos definir escenarios. Para Mojica (1992) el escenario prospectivo, constituye una imagen conjetural, es un método que a través de distintas técnicas describen una situación futura y la secuencia de eventos que permiten pasar del origen al futuro.

El método de escenarios presenta alternativas así como problemas y oportunidades asociadas a ellas, tiene en cuenta objetivos y además posibles acciones para solucionar los problemas. Un escenario no es una realidad futura, es solamente una forma de representarla.

Para Rivera(1997) los distintos autores no llegan a un consenso preciso, pero teniendo en cuenta la base conceptual, se pueden definir dos categorías, los escenarios probables y los alternos.

Los probables (o tendenciales) se obtienen a partir de técnicas de previsión “forecasting” utilizando el método Delphi que busca identificar tendencias.

Los escenarios alternos señalan otro tipo de situaciones que se pueden producir, los escenarios son más construibles que previsibles. Estos escenarios se subdividen en dos subcategorías, los Contrastados que son pesimistas, es un visión negativa del futuro, y los Normativos, que contrastan porque son optimistas, representan el escenario deseable. Es importante recordar que el diseño de escenarios no reemplaza el proceso de planificación, simplemente cumple la función de un instrumento usado para tomar decisiones y no para realizar adivinación.

El diseño del escenario no divina el futuro, permite identificar variables sobre las cuales se puede trabajar para alcanzar el futuro teniendo en cuenta un entorno en constante transformación.

Para Romeo Pérez no se puede prever el futuro en base a entidades inéditas, sino a partir de entidades que existieron en al pasado y todavía existen.

¿Cómo se vislumbra el futuro?

Hay tres formas de referirse al futuro, Pronósticos, Prognosis y Prospecciones.

Los pronósticos se hacen cuando se narra el futuro, identifica elementos precisos, no obstante no es un referencia rigurosa ni metódica.

La prognosis se refiere a cuando se investiga un objeto o proceso y lo explica, se habla de una cierta capacidad predictiva, es un cambio normal.

Por su parte la prospección consiste en construir escenarios. Anunciar comportamientos de determinadas variables o estructuras. Es como si alguien imaginara un escenario de teatro pero no es el que escribe la obra. Es un cambio problemático.

La definición de un asunto prospectivo incluye un problema a ser estudiado. La existencia de ese problema nos brinda un presupuesto espistemológico es una idea cognitiva del problema. La prospectiva no es más que una disciplina científica que nos ayuda a reducir la incertidumbre. Si alguien me pidiera definir en pocas palabras a la prospectiva, les respondería: “es la gestión de la incertidumbre de los escenarios futuros que posiblemente vivamos”.

Al finalizar la guerra, Japón inició la búsqueda de metodologías que le permitieran reactivar su industria, y re-descubrió la prospectiva, convirtiéndose en el primer país que emprendió con éxito su aplicación en el planeamiento de su industria manufacturera. En la actualidad, Japón ya está en su noveno Ejercicio Delphi de Prospectiva, vigente, en ese sentido la experiencia del Japón convierte a la prospectiva en una herramienta fundamental para la planificación de las políticas públicas. También Europa y Asia vienen utilizando la prospectiva en sus programas incluso hay centros de estudios dedicados al tema tales como el Institute for Prospective Technological Studies (IPTS) en Sevilla (España) y el APEC Center of Technology Foresight en Bangkok (Tailandia), respectivamente.

La compañía petrolera Royal Shell fue la primera empresa multinacional que empleó la prospectiva en sus procesos de planeamiento en 1968, e identificó un escenario futuro probable, pero muy poco deseable, que más tarde efectivamente ocurrió: la crisis del petróleo del año 1973. En el Perú, la prospectiva se viene aplicando tímidamente aún desde el año 2001, por grupo de investigadores preocupados por generar visiones consistentes del futuro del país y de sus organizaciones.

Colaboración de Pablo

martes, 6 de marzo de 2012

Alvin Tofler - La Tercera Ola

La tercera ola es un concepto de la política y sociología moderna que surge a partir de un libro publicado en 1979 por por Alvin Toffler.

El libro tiene un aire del futuro, se basa en la historia de la humanidad para describir la configuración que tomará el mundo una vez superada la era industrial, lo que significa a la vez la superación de las ideologías, modelos de gobierno, economía, comunicaciones y sociedades estructuradas alrededor de la producción centralizada, por ejemplo, el industrialismo capitalista y comunista. A pesar de tener varias décadas, el concepto expresado en muchos aspectos es bastante actual. Su lectura permite entender que procesos como la globalización están más cerca de la evolución humana o de la evolución cultural que de una conspiración de poderosos. 

En suma, el libro trata del origen de los conflictos armados a lo largo de la historia de la humanidad, en relación con las tensiones y enfrentamientos producidos en medio de las transformaciones profundas de la civilización, clasificadas en “olas” por los autores, y que fueron los temas de sus libros “La primera ola”, “La segunda ola” y “La tercera ola”.
La primera ola representa a la sociedad agrícola ganadera, simbolizada por la azada, la segunda ola a la sociedad de revolución industrial, simbolizada por la cadena de montaje, y la tercera ola a la sociedad del conocimiento y de la información, simbolizada por el computador.

"Las olas son dinámicas. Cuando chocan entre sí desencadenan poderosas corrientes transversales. Cuando se chocan las olas de la historia, se enfrentan civilizaciones enteras”. ”Una vez que se entiende la teoría del conflicto de olas, se hace evidente que el mayor desplazamiento de poder que comienza a operarse actualmente en el planeta no es entre Este y Oeste o entre el Norte y el Sur, ni entre grupos religiosos o étnicos diferentes. El cambio económico y estratégico más profundo de todos es la próxima división del mundo en tres civilizaciones distintas, diferentes y potencialmente enfrentadas.”

Dice Toffler que las formas de hacer la guerra, son en cierta forma el reflejo del modo en que el hombre trabaja o genera la riqueza.

1era OLA :

“Las guerras de la primera ola ( desde el 8000AC hasta el siglo XVII) llevaban la impronta de las sociedades agrarias de la primera ola que las suscitaron, no solo en sus condiciones tecnológicas sino también en organización, comunicación, logística, administración, estructuras de remuneración, estilos de mando y supuestos culturales”. Surgen nuevas estructuras como el comercio y las primeras aldeas. El hombre comienza a abandonar su condición nómade para tomar un estilo de vida sedentario. El hombre ya no acepta el medio que lo rodea, y comienza a transformarlo. Se desarrolla la agricultura, la ganadería, los primitivos tejidos. Nace el concepto de trabajo Comienza el crecimiento demográfico. La dinámica de comunicación de la primera ola era la comunicación uno a uno. Existían escribas y mensajeros que se dirigían hacia una zona para obtener información y llevarla hacia otra. 
Durante la Primera Ola la población se podía distinguir entre "primitiva" y "civilizada". Las primeras se caracterizaban por vivir en pequeños grupos y tribus y vivían principalmente de la caza y pesca. La población "civilizada" se caracteriza por trabajar principalmente por el cultivo de los suelos (la agricultura) como un elemento que desplazó las actividades de caza y pesca y que modificó las estructuras.

La principal fuente de energía era el esfuerzo físico humano, y un aprovechamiento primitivo de fenomenos naturales dependientes del sol, como el viento o las lluvias.

2da OLA ;
Surge entre los años 1650-1750, con la Revolución industrial. Esta revolución no sólo cambia la forma de producir bienes, sino la organización del mundo. El desarrollo de nuevas tecnologías hicieron que se crearan gigantescas máquinas electromecánicas.

El descubrimiento del Nuevo Mundo generó una nueva energía a la cultura y la economía de Europa en vísperas de la Revolución Industrial. El agotamiento de los bosques madereros de Gran Bretaña forzó al uso del carbón. Esto, a su vez, forzó a que los pozos de las minas fueran siendo cada vez más hondos, hasta que las viejas bombas accionadas por caballos no pudieran ya vaciarlos de agua. La máquina de vapor fue perfeccionada para resolver este problema, y ello condujo a un fantástico despliegue de nuevas oportunidades tecnológicas. La gradual difusión de ideas propias de la realidad industrial desafió a la autoridad eclesiástica y política de la época. El descenso del analfabetismo, la mejora de las carreteras y del transporte... , todo ello convergió en el tiempo e hizo que se abrieran de par en par la puertas de la Segunda Ola de cambio.

En la segunda Ola Surgen enormes centros urbanos con un área metropolitana , Aparece la máquina que reemplaza el esfuerzo humano. Nace el concepto de producción en cadena o producción en serie, Se intensifican los medios de comunicación físicos, gracias al ferrocarril, el automóvil, el barco a vapor . Nace la explotación de recursos naturales como fuente de energía o materia prima . Nace el concepto de productor y de consumidor, separando al mundo entre grandes comercios y grandes factorías. Se intensifica el crecimiento demográfico y todos los problemas que ello nos trae, hacinamiento, enfermedades, convivencia social pacífica. La producción y distribución de bienes y de información pasan a ser masiva. Según Toffler surge lo que el llama “la cuña invisible” en la sociedad, la división en consumidores y productores. La unidad económica de la segunda ola es la corporación, vale decir enormes organizaciones con gran cantidad de capital para invertir en la industria y en el comercio.

En suma algunas conclusiones sociales importantes:
1.- Proceso de Uniformización: Para el mismo fin se utilizaban los mismos procedimientos. Se estableció un sistema de leyes y reglamentos que actuaban por igual hacia todas las personas. Nacieron los estándares, los formularios, los programas de educación, etc
2.- Proceso de Sincronización: Se comenzó a utilizar el horario como esquema de organización. Entradas y salidas al trabajo o escuela a una hora determinada, y producción sincronizada con otra producción dependiente de ella.

3.- Masificacion : La producción en serie aumenta la capacidad de generar bienes, que se producían a gran escala de manera uniforme. Así, una empresa hacía galletitas para todo un país; mientras un solo diario informaba a millones.

4.- Centralización : se generaron grandes centros urbanos que concentraban toda la producción
La dinámica de comunicación de la segunda ola es la comunicación uno a varios. Con la invención de la imprenta surgen el periódico, y con él, los medios masivos de comunicación . La radio y más tarde la televisión terminan de configurar el concepto. En este período uno o unos pocos periodistas publicaban la información que consumirían miles o millones de personas.

Pero en la literatura contemporánea los filósofos y sociólogos todavía esperan por el desenlace de algunas interrogantes históricas: 

¿Fue el Industrialismo un crack en la Historia, o un mero lapso de trescientos años perdido en la inmensidad del tiempo?

¿Qué fue lo que causó la Revolución Industrial?

¿Qué fue lo que lanzó a la Segunda Ola a través del Planeta?

3era OLA ;

En las últimas décadas el estado moderno atraviesa un proceso de cambios, hacia una nueva definición de sus límites y competencias, en la búsqueda de un diseño de estado que se adapte a los actuales tiempos y que resulte funcional a una creciente sobrecarga de demandas de la sociedad.

Este proceso de transformación se presenta en un mundo complejo que se mueve entre dos tendencias, por un lado la globalización ( de la economía, la información, la cultura y por tanto, de las expectativas) y por otro un proceso de “fragmentación” de la política. Se produce un defasaje o desajuste entre la territorialidad de la política (el estado) y la desterritorialización de la economía, lo que le quita los estados nacionales autonomía en el ámbito de las políticas pùblicas.  

La Globalización se presenta como un proceso socio-económico que ha mundializado la economía, la cultura y la política internacional con un vértigo y una complejidad solo comparable a la Revolución Industrial, en este caso no a través de los laberintos mecánicos de la máquina de vapor sino de los sinuosos senderos digitales de la red mundial de datos internet

Volviendo a Toffler, este diría que los cambios de los últimos 40 años son "desmoralizadores", pero en realidad diría que sólo rompen paradigmas que la segunda ola nos impuso. Y anuncian que la tercera ola ya llegó y estamos cada vez más sumergidos en ella.

Hay consenso hoy dia , que la tercera ola empezó allá por 1950, lo que si no hay acuerdo es para el nombre, se le ha llamado: Posmodernidad, Posindustrialismo, Superindustrialismo, Siglo XXI, Futuro, Era de las comunicaciones, Era de la electrónica, Segunda Revolución Industrial, etcétera, y cada uno ha sido rebatido por algún otro sector, línea de pensamiento o escuela. Los Toffler lo llaman ‘Tercera Ola’, yo no me animo porque soy muy ignorante.   

Bàsicamente tiene tres características : 
Descentralización ; Desmasificación ; Personalización .  

La humanidad se enfrenta a un salto cuántico hacia delante. Se enfrenta a la más profunda conmoción social y reestructuración creativa de todos los tiempos. Sin darnos cuenta claramente, estamos dedicados a construir una Civilización extraordinariamente nueva. Este es el significado de la Tercera Ola.

La especie humana ha experimentado hasta ahora dos grandes olas de cambio, cada una de las cuales ha sepultado culturas o civilizaciones anteriores, y las ha sustituido por formas de vida inconcebibles hasta entonces.

La Primera Ola de cambio (la revolución Agrícola) tardó miles de años en desplegarse (cerca de diez mil). La Segunda Ola (Civilización industrial) necesitó sólo trescientos cincuenta años. (1600-1950.). La historia avanza ahora con mayor aceleración aún, y es probable que la Tercera Ola inunde la historia y se complete en unas pocas décadas.

En la tercera Ola, la producción en serie es complementada con la producción en series cortas. La producción ya no se dedica a hacer decenas de miles de ejemplares de un único producto, sino cientos de ejemplares de cientos de productos.

Así encontramos productos cada vez más personalizados. En la tercera ola fundamentalmente se amplifica la fuerza mental del ser humano. Los sistemas cibernéticos, computadoras, sistemas de comunicación, internet, etc. , funcionan como amplificadores de la fuerza mental. Ej.: se pueden crear programas de computación que son capaces de crear otros programas. Un paralogismo de la segunda ola sería el torno, ya que es una herramienta que puede crear otras herramientas. La tercera ola es un libro publicado en 1979 por Alvin Toffler. Basándose en la historia de la humanidad pretende describir la configuración que tomará el mundo en el futuro, es decir una vez superada la era industrial. A pesar de tener varias décadas, el concepto expresado en muchos aspectos es bastante actual. Su lectura permite entender procesos como la globalización.

La dinámica de comunicación de la tercera ola es la comunicación varios a varios. Al igual que la producción , los medios se van desmasificando. Infinidad de revistas especializadas en temas específicos, numerosos canales de televisión por cable y satélite, la capacidad de las computadoras de comunicarse; hacen que la comunicación esté personalizada, y que el consumidor ya no se limite a tomarla "tal cual viene". Ahora el espectador puede intervenir en los diarios que lee y en los programas de televisión que mira.

(Alvin Toffler un escritor y sociólogo gringo con varios PHD , entre ellos Letras, Leyes y Ciencia, que se hizo famoso por sus teorías acerca de la revolución digital y la revolución de las comunicaciones. Empezó estudiando la tecnología y su impacto en la información. Después se dedicó a estudiar la reacción de la sociedad y los cambios que ésta sufre. Sus últimos trabajos han abordado el estudio del poder, el armamento militar del siglo XXI, las armas y la proliferación de la tecnología y obviamente el capitalismo. Entre sus libros más famosos destaco cuatro : La revolución de la riqueza, El cambio de poder, El shock del futuro y por supuesto la Tercera Ola). 

Colaboración de Pablo

lunes, 5 de marzo de 2012

La física cuántica confirma que creamos nuestra realidad

Durante décadas, los poderes de la mente han sido cuestiones asociadas al mundo “esotérico”, cosas de locos. La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos. Sorprendentes experimentos en los laboratorios más adelantados del mundo corroboran esta creencia.


El estudio sobre el cerebro ha avanzado mucho en las últimas décadas mediante las “tomografías”. Conectando electrodos a este órgano, se determina donde se produce cada una de las actividades de la mente. La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, como emocional, espiritual o sentimental y así se sabe a qué área corresponde esa facultad.

Estos experimentos en neurología han comprobado algo aparentemente descabellado: cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro… pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica! Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando “ve” que cuando “siente”, llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad? “La solución es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente”, afirma el bioquímico y doctor en medicina quiropráctica, Joe Dispenza en el libro “¿y tú qué sabes?”. En otras palabras, que fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.

La farmacia del cerebro

En un pequeño órgano llamado hipotálamo se fabrican las respuestas emocionales. Allí, en nuestro cerebro, se encuentra la mayor farmacia que existe, donde se crean unas partículas llamadas “péptidos”, pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos. Ellas son las responsables de las emociones que sentimos diariamente. Según John Hagelin, profesor de física y director del Instituto para la ciencia, la tecnología y la política pública de la Universidad Maharishi, dedicado al desarrollo de teorías del campo unificado cuántico: “hay química para la rabia, para la felicidad, para el sufrimiento, la envidia…”

En el momento en que sentimos una determinada emoción, el hipotálamo descarga esos péptidos, liberándolos a través de la glándula pituitaria hasta la sangre, que conectará con las células que tienen esos receptores en el exterior. El cerebro actúa como una tormenta que descarga los pensamientos a través de la fisura sináptica. Nadie ha visto nunca un pensamiento, ni siquiera en los más avanzados laboratorios, pero lo que sí se ve es la tormenta eléctrica que provoca cada mentalismo, conectando las neuronas a través de las “fisuras sinápticas”.

Cada célula tiene miles de receptores rodeando su superficie, como abriéndose a esas experiencias emocionales. Candance Pert, poseedora de patentes sobre péptidos modificados y profesora en la universidad de medicina de Georgetown, lo explica así: “Cada célula es un pequeño hogar de conciencia. Una entrada de un neuropéptido en una célula equivale a una descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar el núcleo de la célula”.

Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se acostumbran a “recibir” cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo… Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.

Todos los hábitos y adicciones operan con la misma mecánica. Un miedo (a no dormir, a hablar en público, a enamorarse) puede hacer que recurramos a una pastilla, una droga o un tipo de pensamiento nocivo. El objetivo inconsciente es “engañar” a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, “distrayéndonos” del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la “solución”, es decir, con la adicción. Detrás de cada adicción (drogas, personas, bebida, juego, sexo, televisión) hay pues un miedo insertado en la memoria celular.

La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el “pasaje a la liberación”. Porque, como ha demostrado el Instituto Tecnológico de Massachussets en sus investigaciones con lamas budistas en estado de meditación, nuestro cerebro está permanentemente rehaciéndose, incluso, en la ancianidad. Por ello, se puede desaprender y reaprender nuevas formas de vivir las emociones.

Mente creadora

Los experimentos en el campo de las partículas elementales han llevado a los científicos a reconocer que la mente es capaz de crear. En palabras de Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia dependiendo de lo que hace el observador: “cuando el observador mira, se comporta como una onda, cuando no lo hace, como una partícula”. Ello quiere decir que las expectativas del observador influyen en la Realidad de los laboratorios… y cada uno de nosotros está compuestos de millones de átomos.

Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse como materia o como onda… Nosotros podemos hacer lo mismo.

La realidad molecular

Los sorprendentes experimentos del científico japonés Masaru Emoto con las moléculas de agua han abierto una increíble puerta a la posibilidad de que nuestra mente sea capaz de crear la Realidad. “Armado” de un potente microscopio electrónico con una diminuta cámara, Emoto fotografió las moléculas procedentes de aguas contaminadas y de manantial. Las metió en una cámara frigorífica para que se helaran y así, consiguió fotografiarlas. Lo que encontró fue que las aguas puras creaban cristales de una belleza inconmensurable, mientras que las sucias, sólo provocaban caos. Más tarde, procedió a colocar palabras como “Amor” o “Te odio”, encontrando un efecto similar: el amor provocaba formas moleculares bellas mientras que el odio, generaba caos.

Por último, probó a colocar música relajante, música folk y música thrash metal, con el resultado del caos que se pudieron ver en las fotografías.

La explicación biológica a este fenómeno es que los átomos que componen las moléculas (en este caso, los dos pequeños de Hidrógeno y uno grande de Oxígeno) se pueden ordenar de diferentes maneras: armoniosa o caóticamente. Si tenemos en cuenta que el 80% de nuestro cuerpo es agua, entenderemos cómo nuestras emociones, nuestras palabras y hasta la música que escuchamos, influyen en que nuestra realidad sea más o menos armoniosa. Nuestra estructura interna está reaccionando a todos los estímulos exteriores, reorganizando los átomos de las moléculas.

El valioso vacío atómico

Aunque ya los filósofos griegos especularon con su existencia, el átomo es una realidad científica desde principios de siglo XX. La física atómica dio paso a la teoría de la relatividad y de ahí, a la física cuántica. En las escuelas de todo el mundo se enseña hoy día que el átomo está compuesto de partículas de signo positivo (protones) y neutras (neutrones) en su núcleo y de signo negativo (electrones) girando a su alrededor. Su organización recuerda extraordinariamente a la del Universo, unos electrones (planetas) girando alrededor de un sol o núcleo (protones y neutrones). Lo que la mayoría desconocíamos es que la materia de la que se componen los átomos es prácticamente inexistente. En palabras de William Tyler, profesor emérito de ingeniería y ciencia de la materia en la universidad de Stanford, “la materia no es estática y predecible. Dentro de los átomos y moléculas, las partículas ocupan un lugar insignificante: el resto es vacío”.

En otras palabras, que el átomo no es una realidad terminada sino mucho más maleable de lo que pensábamos. El físico Amit Goswani es rotundo: “Heinsenberg, el codescubridor de la mecánica cuántica, fue muy claro al respecto; los átomos no son cosas, son TENDENCIAS. Así que, en lugar de pensar en átomos como cosas, tienes que pensar en posibilidades, posibilidades de la consciencia. La física cuántica solo calcula posibilidades, así que la pregunta viene rápidamente a nuestras mentes, ¿quién elige de entre esas posibilidades para que se produzca mi experiencia actual? La respuesta de la física cuántica es rotunda: La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado”.

¿Qué realidad prefieres?

El ya famoso experimento con la molécula de fullerano del doctor Anton Zeillinger, en la Universidad de Viena, testificó que los átomos de la molécula de fullerano (estructura atómica que tiene 60 átomos de cárbón) eran capaces de pasar por dos agujeros simultáneamente. Este experimento “de ciencia ficción” se realiza hoy día con normalidad en laboratorios de todo el mundo con partículas que han llegado a ser fotografiadas. La realidad de la bilocación, es decir, que “algo” pueda estar en dos lugares al mismo tiempo, es algo ya de dominio público, al menos en el ámbito de la ciencia más innovadora. Jeffrey Satinover, ex presidente de la fundación Jung de la universidad de Harvard y autor de libros como “El cerebro cuántico” y “El ser vacío”, lo explica así: “ahora mismo, puedes ver en numerosos laboratorios de Estados Unidos, objetos suficientemente grandes para el ojo humano, que están en dos lugares al mismo tiempo, e incluso se les puede sacar fotografías. Yo creo que mucha gente pensará que los científicos nos hemos vuelto locos, pero la realidad es así, y es algo que todavía no podemos explicar”.

Quizás porque algunos piensen que la gente “de a pie” no va a comprender estos experimentos, los científicos todavía no han conseguido alertar a la población de las magníficas implicaciones que eso conlleva para nuestras vidas, aunque las teorías anejas sí forman parte ya del dominio de la ciencia divulgativa.

Seguramente la teoría de los universos paralelos, origen de la de la “superposición cuántica”, es la que ha conseguido llegar mejor al gran público. Lo que viene a decir es que la Realidad es un número “n” de ondas que conviven en el espacio-tiempo como posibilidades, hasta que UNA se convierte en Real: eso será lo que vivimos. Somos nosotros quienes nos ocupamos, con nuestras elecciones y, sobre todo, con nuestros pensamientos (“yo sí puedo”, “yo no puedo”) de encerrarnos en una realidad limitada y negativa o en la consecución de aquellas cosas que soñamos. En otras palabras, la física moderna nos dice que podemos alcanzar todo aquello que ansiamos (dentro de ese abanico de posibilidades-ondas, claro).

En realidad, los descubrimientos de la física cuántica vienen siendo experimentados por seres humanos desde hace milenios, concretamente, en el ámbito de la espiritualidad. Según el investigador de los manuscritos del Mar Muerto, Greg Braden, los antiguos esenios (la comunidad espiritual a la que, dicen, perteneció Jesucristo) tenían una manera de orar muy diferente a la actual. En su libro “El efecto Isaías: descodificando la perdida ciencia de al oración y la plegaria”, Braden asegura que su manera de rezar era muy diferente a la que los cristianos adoptarían. En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido, una técnica calcada de la que hoy se utiliza en el deporte de alta competición, sin ir más lejos. Seguramente, muchos han visto en los campeonatos de atletismo cómo los saltadores de altura o pértiga realizan ejercicios de simulación del salto: interiormente se visualizan a sí mismos, ni más ni menos que realizando la proeza. Esta técnica procede del ámbito de la psicología deportiva, que ha desarrollado técnicas a su vez recogidas del acervo de las filosofías orientales. La moderna Programación Neurolingüística, usada en el ámbito de la publicidad, las relaciones públicas y de la empresa en general, coincide en recurrir al tiempo presente y a la afirmación como vehículo para la consecución de los logros. La palabra sería un paso más adelante en la creación de la Realidad, por lo que tenemos que tener cuidado con aquello que decimos pues, de alguna manera, estamos atrayendo esa realidad.

La búsqueda científica del alma

En las últimas décadas, los experimentos en el campo de la neurología han ido encaminados a encontrar donde reside la conciencia. Fred Alan Wolf, doctor en física por la universidad UCLA, filósofo, conferenciante y escritor lo explica así en “¿Y tú qué sabes?” de la que se espera la segunda parte en pocos meses: “Los científicos hemos tratado de encontrar al observador, de encontrar la respuesta a quién está al mando del cerebro: sí, hemos ido a cada uno de los escondrijos del cerebro a encontrar el observador y no lo hemos hallado; no hemos encontrado a nadie dentro del cerebro, nadie en las regiones corticales del cerebro pero todos tenemos esa sensacion de ser el observador”. En palabras de este científico, las puertas para la existencia del alma están abiertas de par en par: “Sabemos lo que el observador hace pero no sabemos quién o qué cosa es el observador”.

Hoy recuperadas por la física cuántica, muchas de estas afirmaciones eran conocidas en la Antigüedad, como en el caso del “Catecismo de la química superior”, de Karl von Eckartshausen.

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Cuadro 1 Nuestro cerebro: un ordenador que procesa información

A cada segundo, en una vida como la moderna llena de estímulos: nos bombardean enormes cantidades de información. El cerebro solo procesa una mínima cantidad de ella: 400 mil millones de bits de información por segundo. Los estudios científicos han demostrado que sólo somos conscientes de 2.000 mil de esos bits, referidos al medio ambiente, el tiempo y nuestro cuerpo. Así pues, lo que consideramos la Realidad, es decir, aquello que vivimos, es sólo una mínima parte de lo que en realidad está ocurriendo. ¿Cómo se filtra toda esa información?

A través de nuestras creencias: El modelo de lo que creemos acerca del mundo, se construye desde lo que sentimos en nuestro interior y de nuestras ideas. Cada información que recibimos del exterior se procesa desde las experiencias que hemos tenido y nuestra respuesta emocional procede de estas memorias. Por eso, los malos recuerdos nos impulsan a caer en los mismos errores.

Cuadro 2: Cómo romper con esos malos hábitos del pensamiento

El cerebro crea esas redes a partir de la memoria: ideas, sentimientos, emociones. Cada asociación de ideas o hechos, incuba un pensamiento o recuerdo en forma de conexión neuronal, que desemboca en recuerdos por medio de la memoria asociativa. A una sensación o emoción similar, reaparecerá ese recuerdo en forma de idea o pensamiento. Hay gente que conecta “amor” con “decepción” o “engaño”, así que cuando vaya a sentir amor, la red neuronal conectará con la emoción correspondiente a cómo se sintió la última vez que lo sintió: ira, dolor, rabia, etc. Según Joe Dispenza “si practicamos una determinada respuesta emocional, esa conexión sináptica se refuerza y se refuerza. Cuando aprendemos a “observar” nuestras reacciones y no actuamos de manera automática, ese modelo se rompe”. Así pues, aprender a “ver” esas asociaciones es la mejor manera de evitar que se repitan: la llave es la consciencia.

Cuadro 3: La mecánica de la erección

La mejor metáfora del pensamiento creador es el miembro masculino. Una sola fantasía sexual, es decir, un pensamiento erótico, es capaz de producir una erección, con toda la variedad de glándulas endocrinas y hormonas que participan en ello. Nada hay fuera de la mente del hombre pero, sin embargo, se produce un torbellino hormonal que desemboca en un hecho físico palpable. En el lado femenino, también el poder del pensamiento asociado al erotismo se convierte a menudo en hechos físicos, demostrando la capacidad del pensamiento para crear situaciones placenteras… o adictivas. Los más firmes defensores del poder de la visualización llegan a proponer que se puede obtener a través de ella casi todo lo que deseamos.

Extraído de: http://www.rafapal.com/?page_id=663

sábado, 4 de febrero de 2012

Deepak Chopra - El poema eres tù


“1. Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.


2. Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora; busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello; luego déjalo pasar. El presente es como debe ser. Refleja infinitas leyes de la Naturaleza que te han traído hasta este pensamiento exacto, esta reacción física precisa. Este momento es como es porque el Universo es como es. No luches contra el infinito esquema de las cosas; por el contrario, sé uno con él.

3. Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás recontactándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que conviene o no te conviene.

4. Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.

5. Cuando te descubras reaccionando con enojo u oposición ante cualquier persona o circunstancia, recuerda que sólo estás luchando contigo mismo. Presentar resistencia es la reacción de las defensas creadas por viejos sufrimientos. Cuando renuncies a ese enojo te curarás y cooperarás con el flujo del universo.

6. Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior . Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti. Usa el espejo de las relaciones para guiar tu evolución. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Cuando lo consigas, lo que más desees estará automáticamente allí; lo que más te disgusta desaparecerá.

7. Libérate de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros reflejas tu falta de autoaceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.

8. No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehículo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.

9. Reemplaza la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor. El miedo es un producto de la memoria, que mora en el pasado. Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita. Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la amenaza del sufrimiento. Eso sólo ocurre cuando encuentras la seguridad de tu propio ser, que es amor. Motivado por la verdad interior, puedes enfrentarte a cualquier amenaza, porque tu fuerza interior es invulnerable al miedo.

10. Comprende que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía; como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos. Como estás inseparablemente vinculado con el todo, no puedes permitirte el contaminar el aire y el agua del planeta. Pero en un plano más profundo, no puedes permitirte el vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento crea una impresión en el campo total de la inteligencia. Vivir en equilibrio y pureza es el más elevado bien para ti y para la Tierra.”

domingo, 22 de enero de 2012

Entrelazamiento cuántico o “efecto de Dios”: el pegamento entre el espíritu y la materia

..."Yo soy sobre el abismo
el puente que atraviesa,
yo soy la ignota escala
que el cielo une a la tierra,
Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.
Yo, en fin, soy ese espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta."

                                    Gustavo Adolfo Bécquer

El entrelazamiento cuántico, descrito como el parteaguas entre la física moderna y la clásica y también llamado "el efecto de Dios", parece servir como un cordón inmaterial que conecta todas las cosas del universo y tiende un puente entre la materia y el espíritu



Las cosas que han estado alguna vez en contacto entre sí siguen influyéndose mutuamente a distancia tras haberse cortado el contacto físico

James Frazer, La Rama Dorada.

What is LOVE?- An attempt to create quantum entanglement between two or more macroscopic sentient beings

@Akposthuman


En las últimas décadas la física cuántica ha tomado una enorme popularidad entre los no iniciados, principalmente por virar el materialismo característico de la ciencia hacia antiguas filosofías como el idealismo o religiones tan atractivas para la mente posmoderna como el budismo. Tiende un puente: la ciencia originalmente no se distingue de la filosofía: ambas buscan describir y entender la naturaleza (o el universo); la naturaleza, que en un inicio era concebida como la manifestación visible del espíritu. Es parte de la interpretación popular de la física cuántica (ampliamente criticada por científicos que en ocasiones no logran salir de la “caja”): hacer del mundo algo en lo que la mente participa o al menos algo que se parece más a lo mental que a lo inerte y meramente mecánico. A mi juicio atinadamente, el filósofo y físico de Yale Abner Shimony llamó a esta vertiente de la física “metafísica experimental”.

Una de las cosas que ha hecho a la física cuántica tan atractiva para la mente popular, con cierta inclinación a la espiritualidad, es que ha demostrado que el acto de observar un objeto afecta el estado de lo que se observa. Este “efecto del observador” se explica por la interacción inevitable entre un instrumento y el fenómeno que se observa. Por otra parte, el principio de indeterminación de Heisenberg señala que la posición y el momentum de una partícula no pueden determinarse hasta que no es medida —existe en un estado de superposición, está, por así decirlo, en todas partes antes de ser medida u observada. interpretación popular, que extrapola el mundo micróscopico, espectral e implicado del quantum al mundo macroscópico, que se caracteriza por el dar sentido: la explicación, ha entendido esto como que al observar cualquier fenómeno, al percibir algo, lo modificamos: la mirada transforma e incluso, bajo cierta influencia del new age, al percibir (o al creer en) algo lo estamos (co)creando. El escritor Robert Anton Wilson desarolló toda una teoría de psicología cuántica agnóstica de la realidad bajo este principio:

Cada modelo que construimos nos dice más sobre nuestra mente que sobre el universo… el universo es más grande que cualquiera de nuestros modelos… cada descripción del universo es una descripción del instrumento que utilizamos para describir el universo (la mente humana).

Entre el tesoro de rarezas que descubrió la física cuántica al penetrar en el átomo, probablemente la más significativa y maravillosa sea el entrelazamiento cuántico. Desde 1935 el físico Erwin Schrödinger notó una propiedad peculiar en la materia subatómica que llamó ”entrelazamiento” (entanglement, en inglés). Esto es, cuando dos sistemas cuánticos entran en contacto entre sí permanecen conectados instantáneamente, como si fueran parte de un todo indivisible. Schrödinger rápidamente apuntó que esta era la diferencia fundamental entre la teoría cuántica y la física clásica.

Actualmente el entrelazamiento cuántico se entiende como un proceso en el que una sola función de onda describe dos objetos separados, los cuales comparten una misma existencia no obstante lo lejos que puedan estar entre sí, como si estuvieran unidos por un cordón umbilical invisible o una onda que, en teoría, se puede propagar por todo el universo. Dos partículas que se han entrelazado tienen una descripción definida juntas, pero cada partícula por separada yace en un estado completamente indefinido: podemos decir que no existe la una sin la otra (aunque una partícula pudiera estar en las Pléyades y la otra entrando a tu pupila en la Tierra: photons that did tango, can never untangle). El entrelazamiento cuántico, que ha sido observado principalmente entre fotones, ha sido descrito por Henry Stapp en los términos de “luz gemela”, una “disposición correlacionada a responder”.

Albert Einstein desdeñó este aspecto de la mecánica cuántica con su famosa frase de “acción fantasmal a distancia”. Einstein, por supuesto, había impuesto un límite de velocidad al universo y no concebía posible un efecto superlumínico. Sin embargo, el físico irlandés John Bell demostró con su famoso teorema que el entrelazamiento cuántico sí ocurre (algo que ha sido confirmado en repetidas ocasiones, como es el caso del famoso experimento de Aspect).

Ahora bien, este misterioso efecto de entrelazamiento a distancia difíicilmente se explica por una fuerza física que pueda viajar más allá de la velocidad de la luz para transmitir un estado cuántico entre dos partículas (de existir ciertamente se mantiene fantasmal). Bell describió esta conexión entre partículas como “no-local”, es decir que no tiene una ubicación en el espacio. Dice Nick Herbert:

Las interacciones no-locales, de existir, serían una especie de vudú de la física en el que una partícula influye en la otra, no a través de una fuerza de campo convencional, sino simplemente porque se han tocado alguna vez en el pasado distante.

Pese a observarse en el laboratorio repetidas veces este fenómeno que afecta a los bloques fundacionales de la materia que conforma a todas las cosas del universo, existe cierta reluctancia a darle importancia al entrelazamiento cuántico. Nuestra vida en el mundo macro discurre sin detenernos a pensar en lo que significa que todas las partículas que han estado en contacto entre sí tengan esta propiedad de conexión cuántica instántanea: no se nos ocurre pensar que estamos entrelazados con ciertas personas, con ciertos objetos, con ciertas ideas que siguen influyéndonos a distancia. Recientemente, sin embargo, científicos han notado que diversos fenómenos “macroscópicos” —como la fotosíntesis y la navegación de las aves— parecen estar ligados al entrelazmiento cuántico. Aún más interesante es la teoría de que nuestro ADN se mantiene unido debido a esta conexión cuántica.

Elisabeth Rieper y colegas de la Universidad Nacional de Singapur dicen que este entrelazamiento es lo que mantiene unida la doble hélice del ADN. Según el sitio Technology Review de MIT, Rieper y sus colegas usaron un modelo teórico del ADN en el que cada nucleótido consiste en una serie de electrones orbitando un núcleo cargado positivamente. El movimiento de la nube negativa es un oscilador armónico. Cuando los nucleótidos se unen para forma un par de bases, las nubes deben de oscilar en direcciones opuestas o la estructura no será estable. Rieper y sus colegas se preguntaron qué le sucedería a esas oscilaciones si los pares bases estuvieran apilados en una doble hélice. La hélice debería de vibrar y deshacerse, pero esto no sucede, ya que las oscilaciones ocurren como una serie de estados de superposición —lo que significa que oscilan en todos los estados posibles al mismo tiempo. Un entrelazmiento cuántico lo mantiene todo unido [Daily Galaxy].

Que el ADN esté unido por entrelazamiento cuántico es altamente significativo, y por otra parte algo que podría anticiparse bajo cierto entendimiento de la selección natural y la evolución. Siendo que el ADN es fundamentalmente un programa (bio)informático que ha logrado replicarse con éxito —una especie chip cósmico o libro orgánico (¿el axis mundi de la galaxia?)— y que la forma más efectiva de transmitir información de la cual tenemos conocimiento es el entrelazamiento cuántico, es lógico pensar que el código genético esté vinculado entre sí de esta forma: con el pegamento más potente del universo (curiosamente es esa “oscilación de todos los estados posibles al mismo tiempo” lo que le da cohesión, una especie de omni-potencia cuántica).

Además de la teoría expuesta por los investigadores de la Universidad de Singapur, el Premio Nobel de Química Luc Montagnier publicó el año pasado un trabajo en el que sugiere que el ADN emite señales electromagnéticas que imprimen su estructura en otras moléculas, algo similar a una teleportación de información, o en otras palabras entrelazamiento cuántico. El experimento realizado por Montagnier ha generado gran controversia y poca aceptación entre la comunidad científica, de cualquier forma avanza hacia una elegante intuición —que parece reflejarse en la naturaleza. Aún menos aceptado es el trabajo del científico ruso Pjotr Garjaje quien sostiene que el ADN es similar a un Internet cósmico. Lo siguiente del libro Vernetzte Intelligenz de Grazyna Fosar y Franz Bludor (traducción de fragmentos aquí):

De hecho, Pjotr y su equipo encontraron más paralelos aún entre la genética y la informática. Especulan que la estructura del “ADN basura” (el “segundo código” similar a la gramática del lenguaje humano) y su posibilidad de modificación, se deben a que el ADN no acumula toda la información necesaria en cada momento, sino que intercambia información permanentemente (la recibe, modifica y emite), de la misma forma que lo hace una computadora conectada a la web. Cada persona sería, siguiendo esta línea argumental, un nodo de una red o sistema (como Internet) que involucraría a muchos más individuos-nodos.

Hay que aclarar que Pjotr es una figura oscura, aparentemente miembro de la Academia de Ciencias de Moscú según algunos sitios web, de quien se tiene poca información y quien cree que el ADN no solo puede modificarse a través de la interacción de rayos de luz coherente (como lásers), también a través de las palabras —de manera similar a lo que sostiene Masuro Emoto con las moléculas de agua. Aclarando esto —que nos alejamos de la ciencia establecida— la posibilidad de que el ADN de un ser vivo no solo esté en un estado de entrelazamiento cuántico con cada una de sus células, sino con otros miembros de su especie (y quizás con todo el universo), es muy interesante. Es una forma de explicar la fascinante teoría de los campos mórficos del biólogo Rupert Sheldrake, quien sostiene que existen campos de información que organizan el desarrollo de una especie y sirven con una memoria de la naturaleza —de tal forma que se pueden transmitir hábitos y mutaciones de manera horizontal, sin tener que pasar de generación a generación.

En 1920 el embriólogo Alexander Gurwitsch descubrió que los seres vivos emiten fotones “ultra-débiles” dentro del espectro ultravioleta. Gurwitsch los llamó “rayos mitogénicos”, ya que creía que estos fotones tenían un papel importante en la división celular del campo morfogenético, es decir, en el desarrollo de la estructura morfológica de un ser vivo.

En la década de los 70 el profesor Fritz Albert Popp descubrió que esta emisión de luz, a la que llamó biofotones, se presentaba en un rango de entre 200 y 800 nm y que exhibía un patrón periódico y coherente. Popp teorizó que los biofotones son producidos por el ADN en el núcleo de las células. Esto fue demostrado en los años ochenta. El Dr. Jeremy Narby escribió en su libro The Cosmic Serpent:

Como el axis mundi de las tradiciones chamánicas, el ADN tiene una forma de escalera torcida (o una viña); de acuerdo a mi hipótesis, el ADN era, como el axis mundi, la fuente del conocimiento y las visiones chamánicas. Para estar seguro tenía que entender cómo el ADN podía transmitir información visual. Sabía que emitía fotones, que son ondas elctromagnéticas, y me acordé de lo que Carlos Perez Shuma me había dicho cuando comparó a los espíritus con ‘ondas de radio’. Una vez que prendes la radio, las puedes sintonizar. Es lo mismo con los espíritus; con la ayahuasca los puedes ver y escuchar. Así que investigué la literatura sobre fotones de origen biológico [...]

Narby formuló la hipótesis de que cuando los ayahuasqueros del Amazonas dicen comunicarse con los espíritus de las plantas, de sus ancestros o de la naturaleza, en realidad se están comunicando con el ADN de esas plantas o con su propio ADN (el cual tiene un campo holográfico) —y de esta forma obtienen información sumamente difícil de obtener por métodos de prueba y error, como fue en su momento el descubrimiento del curare. «Esta es la fuente del conocimiento: el ADN, viviendo en el agua y emitiendo fotones, como un dragón acuático escupiendo fuego».

Existe en la profundidad del misticismo humano una identidad entre el espíritu y la información, que ha sido recuperada con la física cuántica y con la era de la informática. Del gnosticismo al Internet. De Hermes a MSN. It from bit. Heisenberg escribió: “los átomos no son cosas, son solo tendencias, así que en vez de pensar en cosas, debes de pensar en posibilidades. Todos son posibilidades de conciencia”. Ervin Lazlo ha dicho que “la información es el software del universo“. Vemos hoy claramente que la información es lo que programa a la materia, lo que de alguna manera arde al interior del cuerpo (la manifestación más conspicua de aquello que llamamos alma —”el sol invisible”— es la información, el código). La versión de Erik Davis del Génesis:

En el principio era la Info, y la Info estaba con Dios, y la Info era Dios.

Davis, en su texto Images of Spiritual Information, añade: “El medio es el mensaje y el mensaje es el espíritu al interior que viene de fuera, señal y ruido cruzando las fronteras entre sí en el flujo feroz del desdoblamiento”.

Si el Logos o Espíritu en verdad es omnipresente, entonces debe de contar con los servicios de mensajería instantánea del entrelazamiento cuántico. No por nada el escritor Brian Clegg ha titulado su libro sobre el entrelazamiento cuántico “El Efecto de Dios“, como si este fuera el resultado de la materialización de la divinidad en el universo: el sello elástico de la unidad.



Según el físico Nick Herbert, el teorema de Bell revela que los hechos que experimentamos en el mundo “no pueden ser simulados por una realidad local subyacente. Cualquier realidad que se ajuste a los hechos debe de ser no-local [...]. El teorema de Bell muestra que debajo del mundanal ruido de nuestra existencia local yace oculta una realidad cuántica vudú conectada superlumínicamente que es necesaria para que este mundo ordinario opere”.

Esta realidad subyacente es lo que David Bohm llamó el orden implicado, un mar de energía del cual se desprende nuestra existencia apenas como la onda que se forma sobre la superficie de un lago cuando se lanza una piedra. Es también lo que Arthur Schopenhauer llamó el Mundo de la Voluntad (nuestra realidad explícita es el Mundo de la Representación: el Maia, la Matrix). Es también el mundo del Nagual, que expone Don Juan Matus según Carlos Castaneda y que podría ser parte de la tradición oculta tolteca. Es el mundo del Espíritu, el Brahman. El entrelazamiento cuántico parece ser el cordón umbilical (de luz comunicante) entre la dimensión de unidad divina absoluta y el mundo material de la multiplicidad, que es una falsa caída o división, ya que, por el mismo entrelazamiento cuántico, el Espíritu sigue irradiando, transmitiéndose a sí mismo a través de nosotros. In-formándonos.

Con información de Quantum Tantra y de MIT Technology Review

Extraído de: http://pijamasurf.com/2012/01/entrelazamiento-cuantico-el-pegamento-entre-el-espiritu-y-la-materia/